Tumbas del siglo IV otorgan otros 400 años a la necrópolis de Moraime

C. Viu / V. Couto CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

El proceso de excavación | Los enterramientos son los más antiguos hallados en el enclave, donde están saliendo más restos romanos

27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El último de los descubrimientos del equipo que dirige Emilio Ramil en Moraime tiene que ver con la ampliación de las «secuencia histórica da necrópole», según explicó ayer el arqueólogo en Radio Voz Bergantiños.

En una de las zonas de trabajo aparecieron cuatro tumbas «excavadas no sustrato, na rocha. Están reforzadas con pedras en posición lateral para a colocación do defunto», explicó Emilio Ramil. Se trataría de las más antiguas halladas hasta el momento, del siglo IV, porque las que excavó Chamoso Lamas en 1972 son muy posteriores, de los siglos VII u VIII.

Los enterramientos en la roca son raros en la Costa da Morte. De hecho, el ejemplo más próximo está en Portomouro, pero son más habituales en Ourense y en Portugal.

Forense. La próxima semana el forense Fernando Serraulla se desplazará a Moraime para estudiar el sustrato en el que están las tumbas, la roca misma y los huesos encontrados. Se trata de realizar un estudio sobre las enfermedades que sufrieron las personas allí enterradas o ofrecer datos sobre su posible identidad o su forma de vida

Muro romano. Otra de las novedades recientes es un muro de la villa romana que no tiene alteraciones posteriores. En Moraime se han ido superponiendo distintas épocas y culturas que aprovechaban lo anterior. Está fuera de la zona en la que trabajó Chamoso Lamas y ha demostrado que las estructuras que permanecieron intactas se encuentran en mejor estado de conservación. En ese entorno cuentan con encontrar muchos más restos romanos. Asimismo han hallado bajo una de las paredes del monasterio otra más baja y de datación romana. Esta semana verán la altura que tiene y si en la base conserva o no algo de pavimento.

Hipocausto. Quedan solo unos días de trabajo en Moraime y las pesquisas se centrarán en la situación en que se encuentran los restos, básicamente el hipocausto de la villa, por donde pasó la pala que provocó la intervención de 1972. Seguramente se encontrarán allí con un área «completamente arrasada», según explicó el arqueólogo.

Cubrición. Los últimos días de labor deberán servir también para conocer el estado en que se encuentran las partes que fueron excavadas y que posteriormente se taparon «para que medrara a herba e o propietario dos terreos puidera levar a comer as ovellas», explicó Emilio Ramil. Los restos mejor conservados son los que estaban en posición horizontal. Es el caso de la fuente. Las piezas que estaban verticales han desaparecido, al igual que las partes altas de los muros, en 1972 y anteriormente.