Patrimonio desbloquea la segunda excavación en Moraime desde el 72

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

MUXÍA

BASILIO BELLO

Una empresa de arqueología hará sondeos para determinar la zona de trabajo

05 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer paso ya está dado y a partir del próximo año saldrá a la luz la versión real de O Segredo de Moraime. Las visitas teatralizadas, que comenzaron ayer, parecen haber animado a la Consellería de Cultura a desbloquear la excavación en entorno del conjunto muxián. Será la segunda vez en 46 años que se acomete una labor semejante, y eso que los últimos trabajos arqueológicos obligados por obras de mejora dieron resultados muy prometedores.

El alcalde de Muxía, Félix Porto, recibió esta semana una llamada de Cultura que pone en marcha de una vez por todas el proceso. La consellería ha contratado a una empresa especializada que realizará catas para determinar la zona de excavación y poner las bases para un proyecto que permita avanzar un presupuesto.

Desde el Concello ya cuentan con los 200.000 euros comprometidos por la Deputación y también con la colaboración de la USC. De la Xunta era necesaria la autorización y la dirección técnica. Una vez que los trabajos técnicos preliminares estén listos habrá una reunión de las tres Administraciones implicadas.

Cuando la empresa Decoraciones Bello de Carballo acometió en el 2015 la tarea de paliar los problemas de humedad de la iglesia, que estaba destrozando las valiosísimas pinturas, abrió un foso alrededor para evitar que el agua se filtrara y en la excavación de urgencia previa ya aparecieron importantes piezas.

No fue más que un trabajo obligado por las circunstancias porque no hubo más estudios importantes que los dirigidos en 1972 por el entonces delegado de Bellas Artes para Galicia, Manuel Chamoso Lamas, que encontró restos romanos y germánicos, además de tumbas datadas en el siglo VII ,y una cruz y un broche de bronce de cronología visigótica.

Así pues, las excavaciones, que podrían ser convertirse en un excelente campo de trabajo para los estudiantes universitarios, prometen dar muchas sorpresas.

Pero el proyecto no incluiría solo una investigación, sino que la finalidad principal es la puesta en valor de un patrimonio que ha sido expoliado a lo largo de los años, desde dos pilas bautismales que se presumen en el pazo de Meirás tras el interés mostrado por ellas por la mujer de Franco, hasta las cristaleras, pasado por la lámpara del presbiterio o una estela romana.

Lo que sigue allí se encuentra en mal estado, como es el caso de la curiosa fuente romana que en 1972 fue encontrada casi intacta y que ahora ha perdido varios elementos. Además, de la importancia del subsuelo de Moraime solo queda testimonio en el archivo de la Academia de Bellas Artes. Objetos como pedazos de cerámica, vidrio o monedas están guardados, pero los restos de las construcciones halladas hace 46 todavía tienen mucha información que ofrecer.

Tras años y años de abandono, a mediados de octubre del pasado año se acometió la recuperación de las pinturas, que el 31 de junio se mostraron al público por primera vez. También está bien la rectoral, que ha sido convertida en un establecimiento de hospedaje.

La mejora del entorno de A Barca sigue atascada por cuestiones burocráticas

Otros 200.000 euros tenía para gastar el Concello de Muxía en la puesta en valor de su patrimonio, pero este dinero parece que se quedará en el banco durante largo tiempo. El proyecto para mejorar el entorno de A Barca parece estar en un callejón sin salida a causa de temas administrativos.

Después de que el proyecto fuera tres veces a Patrimonio y se le realizaran los cambios propuestos, la Xunta terminó por informar a finales de junio que era necesario realizar un plan director para poder adecentar el entorno. Y no solo eso, sino que para tocar la zona donde aparcan los coches será preciso comprarle la finca a Defensa, que la ha valorado en 24.000 euros.

Este proyecto, que incluía la recuperación del camino y la Fonte da Pel, además de nueva señalización con cerámica de Buño, está parado y tiene pocos visos de que eche a andar en un tiempo razonable. Como en el caso anterior, la pelota está en el tejado de la Xunta.