GALERÍA DE EMIGRANTES | Debido a su oficio, muy demandado en el país sudamericano, estaba plenamente integrado y escaló posiciones profesionales
10 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A finales del siglo XIX fue la mayor avalancha de emigración española. Y un buen número procedían del territorio de la Costa da Morte, gentes que llegaron a la Argentina o al Uruguay en una época de extraordinaria bonanza económica para el Cono Sur americano, con salarios para los trabajadores de Buenos Aires o de Montevideo que superaban ampliamente a los que había entonces en España. Lo mismo que se dio en el primer tercio del siglo XX.
Un individuo de esa corriente migratoria del último siglo, fue José Caamaño Leis (en la imagen, publicada en la revista Alborada), que nació en Merexo (Muxía), y estaba soltero y trabajaba de carpintero cuando emigró con 35 años para la Argentina.
José embarcó en el vapor Asturias en el puerto de A Coruña y arribó a Buenos Aires el 10 de febrero de 1930. Con posterioridad a su llegada, se casó con Amalia Herrero, una gallega que había llegado también a Buenos Aires con solo dos años de edad el 27 de noviembre de 1905, después de embarcar con su familia en A Coruña en el vapor Armenia.
Por la profesión de José Caamaño, carpintero, oficio muy demandado en el país sudamericano, no dudamos de su plena integración y de que escaló posiciones profesionales que le aseguraron una cierta estabilidad económica y social, pero esto no evitó que sufriese dos de los maleficios añadidos de la emigración: la invisibilidad y el silencio.
El muxián José Caamaño Leis falleció en la Argentina en el año 1954, cuando aún no había cumplido los sesenta años, dejando en su familia, lógicamente, gran sensación de ausencia, desgarro y dolor.