Unas 150 personas reclamaron ayer el arreglo de la vía a Touriñán con una marcha reivindicativa
30 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Son unos 11 kilómetros en «condicións preocupantes», con un asfalto «cheo de centos ou miles de baches», cunetas plenas de vegetación y una señalización escasa o casi inexistente, «con tan só unhas cantas sinais de advertencia de fauna salvaxe, pero sen límites de velocidade, sen sinais de aviso de curvas perigosas, ou doutras que poidan axudar a unha maior seguridade». De esta forma se describió ayer, en el comunicado final leído por el edil del BNG de Cee Serxio Domínguez, el estado de la carretera de A Pereira (Cee) a Touriñán (Muxía). Unas 150 personas tomaron parte en la andaina reivindicativa organizada por vecinos de Nemiña y que partió precisamente del primer punto. Quieren, con ello, hacerle ver a las Administraciones -en especial a la que tiene la titularidad, Autoridad Portuaria- la necesidad de darle una solución inmediata al estado de esta vía. De hecho, pretenden continuar con esta iniciativa de protesta hasta que se consiga el objetivo.
Concebida en su día para dar servicio al faro Touriñán, la carretera comunica las aldeas de las parroquias de Lires, A Pereiriña, Frixe, Morquintián, Nemiña, Touriñán o Bardullas. Unas 1.000 personas se sirven a diario de ella, para acceder a servicios básicos, que van desde el hospital a la Seguridad Social o, simplemente, la compra. Añaden, además, el factor turístico: Touriñán, dos veces al año, es el último lugar de la Europa continental en el que se pone el sol, lo que ha incrementado afluencia: «É imprescindible dispor dunha vía de comunicación acorde aos tempos nos que vivimos, unha estrada onde ir por ela non sexa unha odisea diaria», dijo Domínguez. No consideran que sea una petición de lujo. En paralelo a la marcha de ayer, se entregaron el viernes firmas en el Concello de Cee para hacer llegar a Fomento y, por su parte, los alcaldes de Cee y Muxía tienen en marcha negociaciones con Autoridad Portuaria. Los afectados demandan a las corporaciones que sigan dando pasos; a la Xunta, que interceda ante el Gobierno para hacerle ver la urgencia de actuar y, a Puertos del Estado, que corrija este estado «semirruinoso».