«De momento é difícil saber a ciencia certa todo o que se perdeu, pero xa se poden observar moitos danos»

La Voz

MUXÍA

Ana Garcia

06 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El bajo del edificio Cabo San Adrián pertenece a Francisco Muíño, que lo utiliza como vivienda de fin de semana. Muíño explica que aún es muy temprano para hacer una estimación de lo que se ha perdido, o si hay algo que pueda salvarse. «De momento é difícil saber a ciencia certa todo o que se perdeu, pero xa se poden observar moitos danos: a mesa do comedor ten as patas de madeira todas abertas, o sofá, o resto dos mobles... Isto é unha desfeita». Pese a que trabajan sin descanso intentando expulsar el exceso de agua, esta parece reproducirse por momentos, volviendo a llenar las estancias. Serán días de limpieza intensa, pues los litros vertidos por la rotura de la tubería fueron cuantiosos. «Inda podíamos ir nunha barca hasta Muxía e volver», hablaba con José, el presidente de la comunidad. También apunta, junto con algunos de sus vecinos, que la crudeza de la inundación comenzará a notarse en unos días, cuando la humedad se asiente. «Dentro duns días cáeche a pintura toda. Hai algúns pisos nos que aínda non se nota a humidade, pero non quere dicir que dentro dunha semana non vaian a ter danos tamén».