La Barca como arma de combate político

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CRÓNICA MUNICIPAL

MUXÍA

15 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni lo más sagrado para los muxiáns, que son sus fiestas de Nosa Señora da Virxe da Barca, escapa de la nueva dialéctica establecida entre el PP y el gobierno municipal y más concretamente entre la portavoz de los conservadores, Sandra Vilela, y el regidor, Félix Porto.

No hay comisión. Los que estaban, trabajadores municipales en su mayor parte, que ya se metieron en esto poco menos que a la fuerza, decidieron no seguir, porque implica un trabajo ingente y la moneda de pago habitual acostumbran a ser las críticas despiadadas y la falta de colaboración de algunos de los más beneficiados.

Porto hizo un llamamiento público esperanzado en que alguien se animase a acometer tan simbólica empresa y estaba a la espera, pero Vilela anunció ayer que su grupo presentará una moción para que el Concello se haga cargo de manera excepcional porque «o que non podemos consentir é que Muxía quede sen esta festa e que o Concello mire para outro lado» porque se trata de una «cita con moita tradición, que atrae a xente de todos os lugares de Galicia e que ten un gran impacto na economía local». A su juicio, el alcalde se ampara en que el Concello no puede organizarla porque no podría cobrarle a los chiringuitos, ya que en su inmensa mayoría se instalan en zona portuaria, pero a ella eso le parece «unha escusa» ante una decisión «puramente política».

Para el alcalde, las palabras de Vilela no son más que «outra ocorrencia, nada novo, porque non sabe como criticar» y va más allá, le lanza un reto: «Se está segura de que é legal -sabe que no porque así lo han dicho la secretaria y la interventora más de una vez- que ela se encargue de cobrarlle aos chiringuitos, e darlle recibo que non queremos trapalladas, e eu fago todo o demais».

Pero Vilela no va por ahí e insiste en que nunca ha dicho que sea legal ese cobro, sino que organice la fiesta el Concello, aún sin ese dinero «buscando outras formas de financiamento ou aportando recursos propios». Además, recalca que su compromiso con las fiestas está fuera de toda duda, porque organiza las del Carmen precisamente a falta de comisión.

En cualquier caso, que nadie se lleve a engaño: no va a haber una comisión mixta Vilela-Porto. Todo esto queda muy bien -o no, eso lo dirán los muxiáns- en la refriega política, pero el Concello va a seguir siendo el sostén fundamental de la Barca con todo tipo de medios y, antes o después, aparecerá alguien, más o menos voluntario, para ponerse al frente. Lo contrario sería inaudito.