La urbanización del Monte Xalo lleva ya semanas con restricciones considerables
16 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El colapso del abastecimiento de agua municipal en Muxía del fin de semana, achacable desde el Concello al pico de afluencia turística del año, coincidiendo con el Mercado das Rutas do Mar, pone sobre aviso al resto de municipios de la Costa da Morte, donde, a día de hoy, no se ha presentado todavía situación alguna de esta gravedad, aunque hay lugares en los que miran con preocupación a los ríos y lagos de los que se abastecen.
En Muxía la situación, según informó el alcalde, Félix Porto, quedó normalizada ayer a las 07.00 horas, después de que camiones cisterna de gran tonelaje nutriesen los depósitos durante dos días de manera ininterrumpida. Los tanques han recuperado sus niveles e incluso Porto señaló que van a llevar a cabo un baldeado general del casco urbano, necesario debido a la acumulación de visitantes en la cita festiva.
En cambio, en Monte Xalo, la urbanización privada situada entre los límites de Cerceda y Carral, la situación, sin llegar a los extremos de veranos anteriores, empieza a ser preocupante. El lago que abastece al complejo residencial tiene una altura de entre 60 y 70 centímetros de agua que, en teoría, debería servir para aguantar las próximas semanas.
Sin embargo, las restricciones, según apuntaron varios propietarios, «comenzaron hace unos dos meses y aumentaron en las últimas dos-tres semanas». En la actualidad, los vecinos de la urbanización solo disponen de agua potable durante cuatro horas al día, «de siete de la tarde a once de la noche», y temen que, como viene ocurriendo durante el estío, acaben siendo «dos horas de agua de suministro al día».
La urbanización de Monte Xalo, inaugurada a mediados de los ochenta, tiene 550 parcelas construidas y otras 250 pendientes de urbanizar (segunda fase). Durante el invierno residen de forma habitual unas 250 familias, población que se duplica durante el verano.
Los residentes del complejo hablaron hace años con los alcaldes de Carral y Cerceda para llevar a cabo un proyecto de mejora de servicios públicos, pero dotar a este complejo residencial de estos servicios supone un desembolso de más de seis millones de euros, cuantía inasumible para las arcas municipales.
Algunos vecinos se quejan de sufrir recortes drásticos del suministro durante la época estival cuando en las proximidades está el embalse de Cecebre y el lago de As Encrobas. «El sábado, un helicóptero que participaba en la extinción de un incendio forestal en Cerceda recogió agua del lago del Xalo en lugar de hacerlo del de Meirama, lo cual me parece algo ilógico teniendo las restricciones que tenemos», apuntó un residente.
En la comarca de Fisterra, que históricamente también sufría estos problemas cada verano, la captación del embalse de Santa Uxía, una de las acciones comunes en la que sí ha dado resultado la -en otros aspectos- tan criticada mancomunidad, hizo que estas carencias sean cosa del pasado.
Tampoco en la Terra de Soneira tienen problemas en estos momentos. El alcalde de Camariñas, Manuel Valeriano Alonso, dice que cuentan con agua más que suficiente en todos los lugares; su homólogo vimiancés, Manuel Antelo, señala que se han dotada de una red de captación de refuerzo, por lo que no prevé complicaciones, y el de Zas, Manuel Muíño, apunta que, a lo sumo, lo que les toca es limpiar algunas fuentes que se atascan y, puntualmente, garantizar el suministro en lugares con muchos animales.