El buque insignia de la entrada a A Coruña, el «Corpiño de Muxía», se cae a trozos

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

MUXÍA

El pesquero de Lavedra «está completamente podre», afirman los carpinteros de ribera

01 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El pesquero Corpiño de Muxía, el barco que da la bienvenida a aquellos que entran en A Coruña por la avenida de Alfonso Molina, se cae a trozos. Son tan graves los desperfectos que tiene el buque en su casco que carpinteros consultados señalaron que es «moi difícil poder recuperalo, facer algo nel, por non dicir que case é imposible», según comentó Manuel Vilariño, un carpintero de ribeira ya retirado.

Las deficiencias en el Corpiño de Muxía van desde la cubierta, pasando por las bodegas, la zona de catres o habitabilidad, el área del motor, la tapa regala o parte superior de los costados, el forro exterior del casco, cuadernas y quilla. Hasta existe el riesgo de que la corrosión acabe derribando el palo de proa del pesquero. «Todo o barquiño está completamente podre, e canto máis o deixen peor vai ser», dice Vilariño.

El Corpiño de Muxía fue ubicado en una de las zonas verdes de Alfonso Molina a finales de abril del 2004, después de que el Ayuntamiento de A Coruña aceptase la donación de Ángel Manuel Neira, un armador del puerto de Lorbé, tras construir otro buque sustituto. El pesquero ocupó el lugar del Pepe Golán, destruido en octubre del 2003 tras empotrarse contra él un automóvil que se salió de la vía.

El pesquero de Lorbé llegó a A Coruña casi por casualidad, ya que cuando fue aceptado por los responsables municipales coruñeses ya se encontraba en fase de desguace en un astillero de Cabana de Bergantiños, y se salvó por los pelos de convertirse, de forma definitiva, en astillas.

El Corpiño de Muxía también sufrió en su casco grandes desperfectos causados por dos vehículos cuyos conductores perdieron el control y se estrellaron contra él, en enero y en febrero del 2009, siniestros que casi obligaron a su desguace. El último adecentamiento que le realizaron fue en abril del año 2013.

El buque fue construido para el puerto muxián. Más tarde fue vendido a José Petrallo, un armador de Camelle. En esa etapa, el barco encalló en la barra de arena existente en la entrada de A Telleira, en el municipio de Cabana de Bergantiños. Y finalizó después sus travesías en aguas coruñesas, en el puerto de Lorbé.