Elías López: «O bodyboard serviume como terapia e impulsoume a tirar para adiante»

Antón Lestón Lago
antón lestón CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

ANA GARCÍA

ATLETAS DEL ATÁNTICO | El segundo jugador más veterano del Fútbol da Costa perdió el brazo a los 21 años. Es de Buño y esta es su historia

20 dic 2022 . Actualizado a las 10:53 h.

Mientras José Antonio López Villar jugaba para el Deportivo, su hijo Elías (Buño, 1976) empezaba a poner en práctica la herencia futbolística. Primero en el colegio Joaquín Rodríguez Otero, y después, en el equipo sénior del Buño, al que ascendió con solo 14 años y en el que coincidió con Mourón, Juan Fariña y su padre, que ya regentaba la Casa Elías.

Además del balompié y del mundo de las motos, en la adolescencia le empezó a apasionar otro deporte. Uno del que poco sabía hasta entonces, tanto él como cualquier otra persona de la Costa da Morte. «Tiñamos un amigo que sempre andaba investigando sobre os deportes minoritarios e un día ensinounos de que ía iso do bodyboard. Enganchounos dende o primeiro día e fomos catro os que comezamos a practicalo. Recordo ir a Nemiña e ser tres persoas na auga», cuenta Elías. Actualmente lo sigue practicando, aunque han cambiado muchas cosas. Tanto por la popularidad de la propia práctica, que ahora es multitudinaria en las playas de la comarca, como por los equipamientos, entonces rudimentarios y solo posibles gracias a la pionera tienda carballesa Surf & Rock. Aunque en realidad es otro detalle el que marca la diferencia.

«Con 21 anos ía en moto pola recta de Pazos e arrollounos un tractor», rememora. Se pasó más de tres meses en el hospital y perdió su brazo derecho, aunque su mayor sufrimiento se debía al sentimiento de culpabilidad por el estado de su acompañante en el ciclomotor. Los tiempos inmediatamente posteriores al accidente no fueron fáciles para él, por lo que decidió tomarse unos años sabáticos: «Collemos unha furgoneta e marchamos facer body por España, Marruecos e Portugal. Tireime cinco anos por aí cas táboas á aventura e asentámonos nas Canarias. Pero eu tardei en atreverme a meterme no mar coa táboa. Foi un día que mo propuxen e alí fun, sen pensalo demasiado porque se o pensas non o fas. O mellor que puiden facer. Serviume de terapia e impulsoume a tirar para adiante».

Actualmente, solo él y otro amigo mantienen el hábito de aquella primera cuadrilla que no eran más que unos locos para el resto de gente que visitaba playas como la de As Torradas, en donde se empezaron a lanzar en plancha a por las olas. «Eramos totalmente autodidactas, pero agora xa conto con 32 anos de experiencia», dice. Y es que a sus 46, Elías sigue disfrutando de su pasión al menos tres días a la semana. «Agora hai moita xente, pero temos a sorte de contar con moitos areais moi bos para esta práctica, como Aviño, Razo, Nemiña, Lariño e outros máis escondidos que é mellor que sigan así», advierte con ese afán tan surfista por mantener olas para los locales.

ANA GARCÍA

De todas formas, el bodyboard no es al único deporte que le dedica tiempo. «Eu nin paraba quieto de neno nin paro agora», reconoce. También le atrapó el atletismo, aunque lo que más le tira junto a la tabla es la pelota. «Volvín xogar en veteranos, pero era un pouco aburrido polo ritmo, así que fun para o Laxe, onde casei», indica. En Laxe pasó varias temporadas sorprendiendo a rivales y aficionados por su buen hacer en el lateral izquierdo, sobre todo por las dificultades que entraña el hecho de no disponer de un brazo para equilibrarse, afrontar una carga o hacerse poderoso en jugadas defensivas. «O mellor é non pensar moito nas limitacións e poñerse en acción. Ao principio claro que custa, pero cos anos xa o fas de forma totalmente natural», señala. Una situación, la suya, por la que nunca fue discriminado ni increpado en un campo de fútbol: «A verdade é que nunca tiven ningún problema con ninguén en ningún sitio», recalca, «aínda que é certo que hai veces que notas que se sorprenden, sobre todo os máis pequenos».

Jugar con su hijo

Con 46 años cumplidos en mayo es el segundo jugador más veterano de todo el Fútbol da Costa, solo por detrás de Manuel Cartamil, del Lira (48). Compite en el Buño, que pelea por subir a la Liga da Costa y espera cumplir un deseo: «Así como eu cheguei a xogar con meu pai, gustaríame xogar co meu fillo, Elías, que agora mesmo está no Bergantiños infantil da División de Honra». Eso sí, su continuidad dependerá de lo que suceda este año: «Xa dixen no club que se ascendemos, retírome. Se non, terán que aguantarme uns anos máis», bromea.