El agua de la traída de Malpica mejora, pero el 31 % de los vecinos continúan sin poder consumirla

Melissa Rodríguez
melissa r. s. CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

BASILIO BELLO

Estos días podría haber novedades en el asunto de los trihalometanos

15 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya va más de un mes desde que el Concello de Malpica prohibió consumir el agua de la traída en todo el municipio. El motivo no fue otro que la presencia elevada de trihalometanos, unos compuestos químicos que, en este caso, se generaron durante el proceso de cloración debido a que el río arrastró más materia orgánica de la habitual por la sequía. Casi dos semanas después, el gobierno local levantó la restricción en la capital, el núcleo más poblado y afectado, al no disponer la inmensa parte de sus habitantes de pozos particulares como sí sucede en las parroquias. También en Vilanova. A la semana siguiente, hizo lo mismo en Cerqueda. Los residentes de Buño no se vieron perjudicados porque se abastecen de tanques comunitarios. Así, pues, son los vecinos de Barizo, Mens, Cambre y Leiloio, casi un 31 % de la población total, los que un mes y dos días después siguen sin poder beber ni cocinar con el agua de la red pública.

Mañana, día decisivo

Los valores de trihalometanos mejoran en los depósitos de Monte Neme y Nariga, que son los que siguen dando problemas, según confirmó el alcalde, Eduardo Parga. La empresa que tiene contratada el consistorio para gestionar la crisis realizó nuevas analíticas este martes que arrojaron unos resultados «por debaixo dos límites legais», aseguró Parga. Hoy y mañana, la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia acudirá al municipio para tomar nuevas muestras. Así, el regidor sostiene que, de mantenerse los parámetros, mañana «podería permitirse o consumo». Son tres tomas favorables consecutivas las que se precisan para volver a la normalidad. Por el momento toca esperar acontecimientos.

Esta mejoría experimentada responde a que ya se han acometido todas las obras que el Gobierno gallego recomendó realizar a corto plazo para subsanar el suministro. Estas no fueron otras que cambiar el arenero para mejorar el filtrado del agua, y poner un dosificador de dióxido de cloro en la potabilizadora para perfeccionar el tratamiento de la materia orgánica. También se mudó el sistema de cloración en la infraestructura de Monte Neme para evitar que el agua que se surte desde este punto se clorase dos veces. Todas estas implementaciones ya están funcionando al fin y la inestabilidad no debería de alargarse.