De Londres a Malpica, tras un año de pandemia y «brexit»

Pablo Varela Varela
Pablo Varela CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

Mónica Villar, malpicana que nació y creció en Londres
Mónica Villar, malpicana que nació y creció en Londres CEDIDA

Mónica Villar  nació y creció en Londres, su ciudad de residencia, pero vuelve siempre que puede a la Costa da Morte, donde están las raíces de su familia paterna

12 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

 El pasado fin de semana, tras año y medio de espera, la malpicana Mónica Villar pisó nuevamente la tierra de sus antepasados. Nació y creció en Londres, su ciudad de residencia, pero vuelve siempre que puede a la Costa da Morte, donde están las raíces de su familia paterna. Villar, que preside la peña deportivista RCD London, se vio afectada por la restricción de movimientos internacionales a causa de la pandemia, pero también por el brexit. «Estaba esperando para obtener el pasaporte británico. Lo solicité en noviembre del año pasado y tardaron diez meses en dármelo», cuenta.

La historia de la familia Villar habla de la eterna realidad de Galicia. Es hija de la emigración que buscó fortuna en las islas Británicas y se asentó allí. «Mis abuelos, por una parte y otra, se marcharon en la década de los setenta. Unos procedían de Cariño y los otros de Malpica», detalla. Tanto sus dos hermanos como ella nacieron en Londres y, de hecho, viven en las inmediaciones del estadio del Chelsea, Stamford Bridge. No es, sin embargo, el club al que profesan cariño. Tras el Deportivo, está el Fulham.

Al igual que con el conjunto blanquiazul, nunca olvidaron sus orígenes. «Desde que tengo recuerdos, mis veranos los he pasado en la Costa da Morte», cuenta. El sábado, un grupo de amigas acudió al aeropuerto santiagués de Lavacolla para recogerla y poner rumbo a la parroquia malpicana de Seaia, donde la casa de la abuela de Mónica sigue repleta de vida. Por el camino, a medida que se aproximaba a casa, se sucedían los momentos de emoción: en la rotonda del hotel Punta del Este, a las afueras de Carballo; al aproximarse a Seaia, ya muy cerca de casa y, cómo no, al encontrarse a sus seres queridos. «Cuando vi a mi abuela ya fue lo máximo», dice.

Villar no visitaba Malpica desde las fiestas de San Xulián del año pasado, en el mes de enero. «Preferí esperar a que todo fuese más seguro. Tras la campaña de vacunación y la obtención del pasaporte, por lo que pudiese pasar», explica.

Atrás quedan los sinsabores y la incertidumbre de un año que también echó por tierra la temporada de fútbol del Deportivo Galicia, un club que va en una dirección rotundamente opuesta a la del brexit, por su carácter integrador, y donde Villar ejerce como responsable de prensa. «Hubo que cancelar la competición y, en general, fue un año muy parado. Ahora, desde mediados de julio y la caída de las restricciones, la gente volvió como siempre a los campos», comenta. No parece, en todo caso, que esa estrategia de convivencia con el virus fuese asumida por todos. «Aún están muriendo personas cada día. Y el Gobierno de Johnson debía haber planteado esto de otra forma», lamenta.