Una de las urbanas más grandes de España está siendo la estrella del verano
24 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.«Esto es una bomba que ya explotó». Con estas palabras describe un trabajador de Multiocio ET, una empresa de Valdoviño (Ferrol), el éxito que están teniendo las tirolinas en las fiestas gallegas últimamente. Para ejemplo, la segunda urbana portátil más larga de España situada estos días en Malpica de Bergantiños (A Coruña). Todos los que quieran experimentar la adrenalina que genera deslizarse por ella tienen que desplazarse allí.
Con 150 metros de longitud y 11 de altura, llegó al puerto de la localidad el pasado día 22 con motivo de la Festa Galega y la Feira Medieval-Mariñeira. No obstante, fue tal el éxito que tuvo, que el gerente David Casal habló con el Concello para poder quedarse a las Festas do Mar, que se celebran este fin de semana.
Sobre una media de 210 personas se subieron a diario, desde el jueves al domingo, en la atractiva atracción multiaventura, asegura el empresario. Por un precio de cinco euros, cualquier individuo de más de cuatro años y que pese menos de 110 kilos puede sobrevolar el mar en dos viajes, que no tienen por qué realizarse en la misma jornada. Incluso si dos personas suman menos del peso permitido pueden vivir la experiencia juntas.
Son veinte segundos de pura adrenalina, y más tiempo todavía, si se cuenta el proceso de escalar el andamio. Por momentos, con el casco, el arnés y la polea puestos, te sientes un rescatador o un bombero tratando de cumplir el objetivo. Una aventura de principio a final. Al llegar a la cima, la altura impresiona, pero vale la pena por las increíbles vistas de todos los barcos, desde los amarrados en la dársena hasta los que buscan el abrigo en el dique.
Y llega el momento de no pensárselo mucho y dar el salto al vacío. Sin duda, ahí se encuentra el instante de mayor tensión y nerviosismo. Pero de repente, comienzas a deslizarte, a sentir la brisa en la cara y todo fluye. Aunque para nuevo subidón de adrenalina el que se siente cuando se acerca el momento de llegar a la otra punta. Pones toda la confianza del mundo en el «hombre freno», como se hace llamar a él mismo, aunque en un principio lo primero que se te pasa por la cabeza es que te vas a estampar contra la cuesta de aterrizaje.
Al final todo sale bien, como es de esperar, pues la seguridad de esta experiencia está garantizada. La organización de esta atracción está pensada precisamente para eso, para lograr divertirte en todo momento.
Usuarios de 60 y 70 años
Aunque puede parecer que es una actividad pensada para niños, lo cierto es que se trata de una actividad abierta a todo tipo de gente. Se animan a probarla personas de todas las edades. Incluso señores y señoras de 60 y 70 años. En el 95% de los casos, repiten.
La tirolina es el último reclamo de las fiestas gallegas. Solo en la comarca de la Costa da Morte, este verano ya ha estado en cuatro fiestas y tiene otras dos programadas. Se adaptan a cada espacio con un amplio abanico de tamaños.