El párroco de Malpica revive las serpientes del Santo Hadrián con una denuncia ante el juez

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

BASILIO BELLO

Exige dinero de los tenderetes para pagar la obra de la ermita, que ha costado 44.000 euros

21 jun 2019 . Actualizado a las 10:59 h.

En cuanto al párroco de Malpica, Aquilino Fernández, le dieron el alta en el hospital Modelo de A Coruña se dirigió al juzgado de guardia de Carballo para poner una denuncia. Eso ocurrió tres días antes de la famosa romería de Santo Hadrián y el motivo era precisamente la propiedad de los terrenos en torno a la capilla e incluso los accesos al monte.

Según explicó ayer el propio cura, solicitaba de la juez protección para llevar a cabo una recolecta de dinero entre los que allí instalan los tenderetes. Este asunto mantiene el párroco en pie de guerra tanto con la comisión de fiestas, con la que ya tuvo sus conflictos por la Festa da Xuventude, como con el Concello, porque asegura haber tenido constancia reciente de que las fincas están en el Registro Municipal de Bienes desde 1954.

Aquilino Fernández asegura que llegará hasta el final en este asunto por dos razones fundamentales: devolver a la Iglesia lo que considera que es de su propiedad y obtener dinero para pagar al menos una parte de la reforma que encargó en la capilla y que ha costado 44.000 euros.

«El asunto está en el juzgado, en manos del juez y por eso ya no puedo opinar sobre eso», aclara. Pero no es el único tema que tiene en los tribunales con el Ayuntamiento.

La piscina cubierta que se empezó a construir en el 2009 y se cerró en el 2012 forma parte de los desencuentros entre la Iglesia y el Concello, porque el acceso, para vehículos, personas e incluso tuberías, debe realizarse por fincas a nombre del Arzobispado de Santiago. La única salida para que no quedara un millón de euros definitivamente enterrado allí era llegar a un acuerdo con la Iglesia, pero el párroco malpicán también se ha presentado en el juzgado con una reclamación por el uso de la finca, que está junto al cementerio.

Reparto

Desde la comisión de fiestas señalan que mantuvieron un encuentro con el párroco, que comprendieron que podría corresponderle una parte de lo que se ingresa por los tenderetes, pero que el reparto debería ser a partir del próximo año, porque los organizadores de las celebraciones malpicanas (Festa da Xuventude, Santo Hadrián en el casco urbano y Festas do Mar) reciben de forma anual una cantidad del carballés Antonio Pombo, que también se ocupa de las atracciones en el San Xoán de Carballo.

El cura tiene la intención de que reclamar todo el dinero que no ha ingresado en la cuenta de la parroquia a lo largo de los años, porque lo que quiere aclarar es la propiedad. «Hace más de 300 años que eso es de la Iglesia y fue la Iglesia la que hizo el camino y todo lo demás», proclama.

«Le pedí al funcionista 20 o 30 hombres para acompañarme y tener protección»

Según explica el párroco, acudió al juzgado de Carballo en busca de protección para poder cobrarle a los que instalaron sus puestos en el monte, durante la romería. Esperaba la respuesta de la juez, pero esta se puso en contacto con el sargento de Malpica. «Tenía que protegerme y no me protegió», dice el sacerdote, aunque tampoco está muy seguro de lo que se le ordenó.

En todo caso, Aquilino Fernández buscó ayuda por otro lado. «El funcionista preguntó sí hacía falta alguna cosa más y yo le dije que 20 o 30 hombres para acompañarme y tener protección», explicó ayer el cura, ya que dijo tener miedo. De hecho, ni siquiera quiso contactar con Antonio Pombo, con el que ya se había puesto en contacto en alguna ocasión anterior, según explicó a los miembros de la comisión de fiestas, pero, al parecer, no llegaron a un acuerdo. Tampoco se avino la familia que quería llevar la función, para agradecer haber sobrevivido a un grave accidente de tráfico ocurrido el pasado año.

«Este año pidieron permiso para poner la carpa, porque la dueña de todo eso es la Iglesia», dice el párroco, que también contactó con la comisión de fiestas de Seaia, que es la que organiza la sardiñada, para compartir los beneficios.

En la romería, el párroco no perdió demasiado el tiempo. «Tengo testimonios de gente cobrando y yo se lo hice solo a uno, para tener testimonio de lo que quise hacer y no pude hacer», explicó.

Todo ello, al igual que los documentos de su predecesor, Benigno Rocamonde, y otras pruebas que él considera «irrefutables», formarán parte de la reclamación de la que se encarga un abogado. «Hace 20 años, cuando vine a Malpica, creía que había un consorcio y no tenía ganas de lío», dice. Ahora está dispuesto a luchar.

«Este año pidieron permiso para poner la carpa, porque la dueña de todo eso es la Iglesia»