Las vías de la Costa da Morte se transforman para adaptarse a los nuevos límites

Falta todavía más de una semana para que en todas las carreteras secundarias en las que hasta ahora se podía circular a 100 kilómetros por hora figuren las nuevas señales que prohíben sobrepasar los 90. Sin embargo, en algunas de las pocas vías de la comarca que entran dentro de este grupo (carreteras con arcenes de más de metro y medio y sin separación física entre los dos carriles) ya se pueden ver estos días las nuevas señales o, en algunos casos, las pegatinas colocadas sobre las antiguas. La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, decía hace poco en Malpica que seguramente se emplearían pegatinas en muchos casos, en vez de sustituir las casi 500 señales afectadas por toda Galicia. Así, si vuelve a imponerse el límite de 100, no hay más que arrancar la pegatina, y listo. La vía de altas prestaciones que enlaza la autovía con Santa Irena (Vimianzo), por ejemplo, ya está limitada a 90.

Una vía que ha sufrido profundas transformaciones en los últimos tiempos ha sido la DP-1914: reducciones drásticas de la velocidad permitida, la colocación de señales recordando las distancias de seguridad que hay que mantener con ciclistas y peatones o la puesta en funcionamiento (o al menos eso parece) del radar fijo colocado entre Casaldares y A Taboada. En este sentido, también se ha fijado últimamente una señal que recuerda la presencia de este radar a los conductores.

Las que todavía no han podido verse son las que limitan el casco urbano carballés a 30 kilómetros por hora, ya que la ordenanza todavía no ha sido aprobada de forma definitiva. Hay en pie, sin embargo, algunas señales informativas de la zona azul en las nuevas plazas, pero todavía están tapadas. No en pie, sino por los suelos está un indicador vertical junto a una marquesina en Entrecruces. A su lado, una señal perfectamente colocada advirtiendo de las distancias de seguridad.

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