El animal, todavía un juvenil, quedó en la rampa del puerto de Barizo, agotado y sin capacidad para volver al mar por sí mismo
07 ene 2019 . Actualizado a las 16:49 h.«Imos con tranquilidade, parando cada pouco a ver se resiste ao transporte, porque a verdade é que a vimos moi mal», explicaba ayer al filo de las nueve de la noche Alfredo López, de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma), camino de Nigrán, a donde estaban trasladando un juvenil de foca gris (Halichoerus grypus), que se debatió todo el día de ayer entre la vida y la muerte en el puerto malpicán de Barizo.
En el municipio se volcaron con el animal. El Concello, la Policía Local, la Guardia Civil, marineros... se interesaron por su estado y estaban dispuestos a intervenir para devolverlo al agua. De hecho, como explicó el teniente de alcalde Miguel Ángel Fernández, un marinero trató de tocarlo y este se resolvió y trató de morderlo. Pidieron instrucciones a la Cemma y la primera recomendación de los técnicos fue que dejasen a la foca donde estaba porque cabía la posibilidad de que estuviese descansando y que volviese al mar por sus propios medios.
Sin embargo, a lo largo de la tarde mantuvieron el seguimiento, comprobaron que no era así y decidieron no esperar al lunes para actuar. Se desplazó un equipo hasta Barizo, que logró cargar al ejemplar en un vehículo para llevarlo hasta Nigrán. Ahora es ahí donde están centradas las esperanzas, porque se trata en estos momentos de la única unidad de cuidados intensivos para este tipo de mamíferos que la Cemma tiene disponible en Galicia y en la que van a tratar de salvarla.