«Fun eu, cegueime e síntoo moito»

Cristina Viu Gomila
CRISTINA vIU CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

BASILIO BELLO

El acusado por los vecinos de tirar las flores del cementerio de Sísamo confiesa y pide perdón, pero mantiene la denuncia por agresiones

28 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegará Difuntos, el viernes, y en el cementerio parroquial de Sísamo habrá paz. Eliseo Baña, acusado por los vecinos de haber tirado las flores la noche del 15 de octubre, ha confesado y lo ha hecho colocando una nota en la puerta de la iglesia en la que asume su autoría y pide perdón.

Baña García, malpicán de 53 años, se declara dependiente de una fuerte medicación para controlar sus nervios que no ha podido tomar durante semanas por falta de recursos económicos y porque, según explica, en el centro de salud de Carballo, que es el que le corresponde, no quieren seguir prescribiéndole el tranquilizante. Asegura que no recuerda nada de lo ocurrido, pero que es consciente de que fue él quien lo hizo presa de un ataque nervioso. En una explicación algo confusa señala que pudo ver una grabación de él mismo tirando las flores. Habría sido hecha con una cámara oculta.

Sin embargo, Eliseo Baña mantiene la denuncia que presentó contra varios vecinos por, supuestamente, haberle agredido cuando pidió sus herramientas y los bulbos. Si el material era de su propiedad y está o no desaparecido es una cuestión también algo confusa, pero lo que sí está claro, incluso para muchos residentes en la parroquia de Sísamo, es que la respuesta fue desproporcionada. Durante meses, Eliseo Baña arregló el fondo de la parte más nueva del cementerio de Sísamo, la cubrió con buena tierra y plantó hermosas flores y plantas. Si eran o no para venderlas en Difuntos, es algo que ya no se podrá saber, porque varias mujeres arrasaron con todo en venganza por haberse encontrado con todos los ramos de sus nichos en el suelo.

Tras la confesión debería llegar un acto de contrición. Eliseo Baña ha hecho su parte y todos en la parroquia han podido enterarse porque ha colocado notas hechas a mano en los lugares más frecuentados.

El viernes será Difuntos y se verá más que nunca la pared gris de ladrillos que alegraban las flores. Tal vez sea un buen momento para el perdón y el arrepentimiento.