Estos meses de primavera-verano han sido prolíficos para el: la Peregrina de O Cebreiro, la Amistad de Ares... y pronto llegarán más
19 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Malpica, Cee, Coristanco o Cerceda conocen ya el arte de Miguel Couto (Malpica, 1971), escultor que en estos últimos meses de primavera y verano ha sumado nuevas intervenciones. Una de las más simbólicas es La Peregrina, ubicada en el alto de O Cebreiro (Lugo), puerta de entrada en Galicia del Camiño Francés. Sentada de espaldas hacia las montañas de León, mira hacia la entrada del pueblo situada al lado de la palloza-museo (imagen). «Es el primer homenaje que realiza nuestra comunidad a la mujer peregrina. Está fundida en bronce en el taller de Arteixo, mide 180 centímetros de alto y pesa 150 kilos», detalla el artista. Recibe a los caminantes ya desde el mes de abril y supone toda una ruptura con los estereotipos. Todas las otras figuras del Camiño referentes a peregrinos aluden a caminantes masculinos: «La obra refleja la calma y la espiritualidad que conlleva caminar por la ruta jacobea», indica Couto.
Amistad es otra de las obras recientes del malpicán: situada en el paseo marítimo de Ares, con el mar como fondo y testigo, representa la amistad de las gentes locales y foráneas. De bronce, se integra en el muro donde se sientan las gentes a charlar: son tres figuras fundidas en un solo cuerpo. A través de sus huecos, «deliberadamente amplios», aparece el mar, buscando esa relación mar y tierra. En otro municipio costero, Oleiros, quedará en breve instalada una nueva obra pública de Miguel Couto: será la número 21, nada menos.
Hace ya un tiempo, cabe recordar, que el malpicán presentó para el Concello de Carballo el proyecto de la Placera, un homenaje a las mujeres que trabajan en el mercado, motor económico y social del municipio y la propia comarca. Un reconocimiento, pues, a la valía de la mujer. Couto aguarda recibir una respuesta en breve.