El precio de los alquileres turísticos se estancan en la Costa da Morte

n. costa / x. a. CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

JORGE PARRI

Fisterra, Muxía y Malpica son, un año más, los destinos más demandados

23 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La burbuja del alquiler que azota otras ciudades españolas e, incluso, gallegas parece no haber llegado aún a la Costa da Morte. El efecto del aumento de los valores de áreas construidas por la especulación y las altas rentas (gentrificación) puede que pase de largo por la zona, pero no significa que el turismo de hace diez años sea el mismo que el de hoy.

Plataformas por Internet como Booking o Airbnb han cambiado la manera de gestionar las vacaciones. Pero no solo eso ha ocasionado que la oferta de apartamentos turísticos aumente en Muxía, Laxe, Finisterre o Malpica, los lugares en los que más se concentran este tipo de pisos, en detrimento de localidades que no pueden ofrecer sol y playa. Este incremento, obtiene una buena respuesta del público. Más del 90?% de los alojamientos ya están reservados para este verano.

Un caso especial es el de Malpica, donde la ocupación es del 100?%. Como viene siendo habitual, esta localidad se llena de turistas los meses de julio y agosto. En la inmobiliaria Apostiña tienen todo completo para lo que queda de verano, aunque tal y como reconocen «a xente esperou máis que outros anos». Para esta temporada han decidido subir 50 euros el precio del alquiler mensual o quincenal, que es el único que trabajan, después de varios años estancado. Lo mismo les ocurre a Alquileres Malpica, con un lleno en ocupación, aunque han preferido mantener las tarifas de otros años.

No ocurre lo mismo en otros municipios en los que las reservas son inferiores. En la inmobiliaria Costa da Morte hablan de un julio muy flojo comparado con agosto y de unas reservas que se concentran especialmente en Muxía y Fisterra. Como explican en esta empresa, «a xente que repite non lle importa ir a outro sitio». Pero los que vienen por primera vez siguen escogiendo los lugares más conocidos.

En cuanto a los precios, Juan Vieites, uno de sus agentes, comenta que «están tirando a baixa. A demanda é a mesma que outros anos, pero agora hai máis onde escoller».

En la inmobiliaria Lojo Moar de Corcubión coinciden en señalar que el coste del alquiler se mantiene. En la localidad rondan los 500 euros un apartamento para 15 días. Una cifra considerablemente inferior a los 900 euros que se puede llegar a pagar en Malpica.

La única constante en todos los municipios es la del perfil del turista. Familia madrileña o vasca que repite año tras año en el mismo lugar. Un clásico ya del verano, que solo ha cambiando en una cosa, el tiempo que pasan aquí. Parece que el turista de larga duración está condenado a desaparecer.

«Xa non hai ese rendemento económico de hai quince anos»

Martín Canosa es el dueño de Brigantia Viaxes en Fisterra, una agencia de viajes que además oferta apartamentos turísticos.

Como en otros establecimientos de la zona ofrecen principalmente alojamiento a los peregrinos que llegan desde Santiago. Martín aclara que «este non é un produto que se lle ofreza a eles, que só están un ou dous días». Pero no son solo ellos los que prefieren las estancias cortas, ya que «a maioría combinan con outras zonas de Galicia», explican desde Brigantia.

La media de noches que pasa un turista en uno de sus apartamentos se sitúa entre cinco o seis, lo que supone un decenso notable comparando con los últimos años. «A partir dos dous días collemos todo o que veña», comenta Martín, añorando los tiempos en los que se podía alquilar un piso por todo el mes.

El aumento de los gastos de mantenimiento, las licencias o lo que les cobran las plataformas por Internet de reserva son algunas de las causas que señala Martín por las que según este él este negocio está pasando por sus horas más bajas. Declara que «xa non hai ese rendemento económico de hai quince anos» y que «o apartamento turístico só aguanta o mes de agosto». Sin embargo, lo que se sostiene después de todo este tiempo es el coste del alquiler, «mantemos o mesmo prezo que hai dez anos», afirma Martín.