Un plácido paseo bajo la lluvia: así fue el Día da Bicicleta de Malpica

Xosé Ameixeiras
X. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

INCLUYE ÁLBUM | Más de 160 personas participaron en la jornada de cicloturismo

16 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los días de la bicicleta de Malpica son imbatibles. Ni siquiera ayer, que llovía, los participantes se dieron por vencidos y más de 160 personas salieron a realizar un recorrido adornado con los mejores paisajes malpicáns.

Una hora antes de iniciar la marcha, el sentido común aconsejaba suspender el Día da Bicicleta de Malpica, pero conforme se adelantaban los preparativos la intensidad de la lluvia iba menguando. A la hora de la salida lloviznaba ligeramente y ninguno de los presentes se planteaba quedarse sin paseo. El propio alcalde, Eduardo Parga, que se vistió de corto para la ocasión, manifestó al comprobar el ánimo de la concurrencia: «En Malpica somos xente dura». Así que el pelotón se hizo a la carretera con apenas cinco minutos de retraso. La salida tuvo lugar junto al campo de fútbol de Pedra Queimada. Alguno de los ciclistas ya tuvo que levantarse del sillín para subir la cuesta para llegar hasta allí. Tras la salida, iban delante de la comitiva los miembros de la peña Vilarnovo, con Manuel Espasandín de representante.

BASILIO BELLO

A las primeras pedaladas ya estaban en la Ruta dos Pinos do Mar, con parajes llenos de encanto. Los mejores acantilados de Malpica que aparecían de frente. Al fondo, el islote de O Castelo, también llamado la Barca de Magué, buenos lugares algún tiempo para la pesca del camarón. Lástima que la capa de llovizna y la neblina hubiesen bajado la cortina para las vistas.

Luego vinieron los maizales de Filgueira y Ardeleiro, y las casas de labranza recuperadas. Las cunetas estaban limpias y bien desbrozadas. La marcha era ágil y discurría a buen ritmo. El recorrido invitaba al pedaleo fácil y sin grandes esfuerzos. En el campo de la fiesta de Cerceda llegó el avituallamiento.

Pan de huevo para reponer fuerzas y camisetas azules para el recuerdo

En la plaza de Cerqueda hubo pan de huevo de Forno Novo para reponer fuerzas, pero pronto se reanudó la macha. La mayoría de los participantes llevaban la camiseta conmemorativa de la 16.ª edición del Día da Bicicleta de Malpica. El color azul dominaba entre los maizales de Cerqueda, ante cuya iglesia pasó el pelotón, que tuvo que circular por un pequeño tramo de vía sin asfaltar para llegar al cámping Illas Sisargas. Algunos de los usuarios, sorprendidos, saludaron a la comitiva.

En el cruce de Seaia iban 11,69 kilómetros, que para Mateo, un niño de ocho años, «non é nada». Los chavales de la cabeza decían que no estaban cansados y restaban importancia al esfuerzo, mientras en la peña de Vilarnovo trataban de convencerlos de que no debían sobrepasarlos. En nada, el grupo se plantó ante la playa de Area Maior, especialmente bella en marea baja y con parte de su esqueleto pétreo al aire. La leve brisa de las Sisargas acompañó las últimas pedaladas.