Santo Hadrián sí que tiene seguidores

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

Abarrote en la romería de Malpica, una de las principales de la Costa da Morte

18 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En una época en la que hasta en las procesiones algunos fieles van más pendientes del móvil que del santo, hay romerías que demuestran un pode de convocatoria extraordinario, que resiste el paso de modas y tecnologías. Incluso puede que se refuercen y vayan a más. Quién sabe. Como Santo Hadrián de Malpica. Ese posible incremento (en todo caso, no baja) lo comentaba ayer una veterano participante, que además es malpicán, y lucía orgulloso la pañoleta verde de los devotos, aunque para colores vivos las cintas de los ofrecidos en el entorno de la imagen a cuestas.

Decía el hombre que había mas gente que el año pasado, y cómo no creerlo viendo la inmensa estela de peregrinaje desde la falda de la ermita, serpenteante, alargada, una de esas imágenes que aunque se repite siempre sigue impresionando y emocionando. A la hora a la que fue llegando la comitiva, más o menos las 9.30 de la mañana (el trayecto desde la iglesia supera un poco la hora, depende de los casos) el sol aún no achicharra y por eso cada uno está más atento a los cuidados del alma. Si quiere de los otros, también los hay: en la parte final se ven más puestos de velas que gaviotas en el cielo. Velas, velones, figuras de cera. Los velones grandes a 3, 4 y 5 euros. Los hay muy grandes, especiales.

Velas de 10 kilos

Una vecina de Malpica, de 44 años, llevaba una de 10 kilos, y además, descalza. La fe ayuda en el esfuerzo. Tiene 44 años y repite este gesto y esta gesta desde hace 20. Por una promesa, como todos. A veces va junto al santo (el santo no va solo, también sale en procesión su esposa, santa Natalia), a veces detrás, a veces descansa. Cuenta que hay un joven que lleva una de 20 kilos.

Sí, hay mucha cera en Santo Hadrián. Hay mucho de todo: gente (no es como los Milagros o la Barca, pero a primera hora se veían largas filas de peregrinos llegando por las carreteras, con sus chalecos verdes, el color de la ladera del Cabo), pólvora (mucha multiplicada por dos) coches; puestos de venta de roscas, de fruta, de medallas, de bebidas. Por haber, hasta hay cuatro fuentes desde Canido, pero solo una es la usada para lavarse verrugas o lo que sea y dejar el pañuelo a secar a ver si sanan. Por la mañana aún había muy pocos. También hay vistas excepcionales, que no es un tema menor en los lugares de meditación y trascendencia. El cielo ayer se puso ayer más bonito que nunca y, claro, centenares de móviles apuntaban a él, o al mar, o a las Sisargas, o a todos a la vez.

Más por la tarde

Después de las misas llegaron las comidas, meriendas, música, bailes, sardiñada, animación... A las cinco y media fue la salida del santo y el regreso a la iglesia, de nuevo con una extensa comitiva de fieles detrás y delante. Malpica estaba a tope, en una tarde radiante. Los seguidores de Santo Hadrián son legión. Y es posible que sí, que el año que viene aún vayan a más.