«Tengo miedo de ir a Malpica y que me den una paliza como a mi amigo»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

José Manuel Casal

Varios pescadores deportivos aseguran que las hostilidades arrancaron hace dos meses

14 jun 2017 . Actualizado a las 10:26 h.

Son cinco pescadores deportivos y tienen miedo a las represalias. Por eso prefieren mantenerse en el anonimato. Todos ellos son amigos o conocidos y residen en A Coruña, pero asiduos al puerto de Malpica, que destaca, por encima de todo, por «el excelente calamar de potera».

Cada día acuden a la dársena decenas los aficionados. Escogen los mejores sitios por orden de llegada. Las fricciones suelen ser habituales, aunque nunca pasaron de las amenazas verbales. Hasta el pasado viernes, cuando varios hombres y mujeres se vieron implicados en una pelea, que acabó con cuatro denuncias ante la Guardia Civil y la Policía Nacional de A Coruña y tres partes de lesiones, dos en Carballo y un tercero en el Chuac.

Detrás de esta reyerta se escondería un mercado negro de calamar de potera, con vínculos muy fuertes con algunos hosteleros de la Costa da Morte. Esta pelea sería la gota que colmó el vaso de una tensión que se vendría larvando desde hace dos meses. En un bando estarían pescadores deportivos de Carballo, con vínculos familiares y, por el otro, aficionados de A Coruña.

Todos los implicados, incluido un policía local de Carballo, niegan de forma categórica que se dediquen a la venta fraudulenta de cefalópodo, y apuntan a los otros con la venta de producto en restaurantes «de Carballo, Laxe, Camariñas...».

D.?G.?B. tiene 29 años y es vecino de A Coruña. Explicó que empezó a pescar en el martillo hace unos cuatro años. Según él, no fue bien recibido: «Los que agredieron a mi compañero [J.?I.?M.?S., vecino de A Coruña] me dijeron que el puerto era de ellos y que los de A Coruña no teníamos derecho a pescar, que teníamos los días contados. En Malpica hay una auténtica mafia». Y añadió: «También me decían que si se enganchaban las líneas me iban a cortar la potera y si no entendía bien sus palabras que lo entendería con sangre». Por ese motivo D.?G.?B. optó por apartarse de la gran aglomeración «y escogía zonas más apartadas». Este aficionado a la pesca deportiva aseguró que el pasado viernes «hubo una encerrona para agredir» a su amigo: «Estoy convencido de que si yo llego a ir también me dan una paliza, me estaban esperando». D.?G.?B. no se plantea volver a la zona del martillo en mucho tiempo: «Tengo miedo de ir a Malpica y que me den una paliza como a mi amigo. Son gente muy peligrosa».

Sobre las causas de la pelea, D.?G.?B. lo tiene claro: «Pescamos mejor y más cantidad de calamar de potera y ellos no lo llevan nada bien porque viven de vender los chipirones en los restaurantes». Una versión que no coincide con la facilitada por otro denunciante. C.?C.?N., residente en Carballo, que se siente aludido por estas acusaciones, motivo por el que interpuso denuncia ante la Guardia Civil. Aseguró que son los pescadores de A Coruña, en connivencia con el policía local de Carballo los que se dedican al mercado negro de calamar de potera. El propio agente, insistió ayer en que no tiene nada que ver con esta actividad: «No vendo calamar de potera, no tengo necesidad de hacerlo. Vengo a Malpica porque me gusta pescar y creo que el puerto es de todos, no solo de ellos». E insistió en que seguirá pescando en el martillo: «Soy libre de ir a donde me apetezca y de disfrutar de lo que más me gusta, que es la pesca».

Otro aficionado, vecino de A Coruña, fue más sincero en sus explicaciones: «Mi novia está en el paro y el mercado del chipirón es muy jugoso, deja mucho beneficio y ella va tirando con lo que gana», dejando entrever la existencia de un mercado fraudulento más allá de Larín, Arteixo.