El mundo cultural, político y social lamenta la muerte del escritor y percebeiro. Son muchos los que han intentado traducir en mensajes el vacío que les dej
31 mar 2017 . Actualizado a las 14:49 h.La muerte de Paco Souto ha abierto una profunda herida en la Costa da Morte. La noticia de su fallecimiento, ayer, mientras lidiaba con el mar en su oficio de percebeiro, dejó sin palabras a muchos de quienes han compartido horas con él. Paco de Tano, presidente de la asociación cultural Caldeirón de la que él era secretario; Viki Rivadulla, ilustradora de su última obra, E caín... «Cústame falar», decía ayer la muxiana. «Dor» es lo que siente su tantas veces compañera de vivencias Rosalía Fernández Rial. A todos se les quebró y cortó la voz.
Son muchos los que han intentado traducir en mensajes el vacío que les deja quien fue un claro activista. «Axitador» del mundo cultural, poeta, editor a través de Caldeirón y, también, concejal del BNG en Malpica, otra instancia más de un hombre al que todos le atribuyen «compromiso». Con la tierra, con el mar, con Galicia y con el idioma gallego.
No solo el mundo cultural, sino también el movimiento político y social, lloran la muerte de alguien «bo e xeneroso». El propio Concello de Malpica lamentó la pérdida «dun gran político, excelente compañeiro e persoa extraordinaria». Grupos nacionalistas de varios municipios, como Carballo o Coristanco, también mostraron sus condolencias. «Con bágoas nos ollos despídome dun amigo e compañeiro. O mar que tanto nos dá e que ás veces tanto nos quita», escribió el teniente de alcalde de Fisterra, Xan Carlos Sar. Xosé Regueira, diputado provincial y edil del BNG en Carballo, se duele de la marcha de «un gran poeta, fantástica persoa, compañeiro de loita».
«Atinada palabra»
Fue fundador de aquel Batallón Literario da Costa da Morte que tanta comarca unió. No cesaron los mensajes llegados de otros artesanos de la palabra, como Mercedes Queixas («Na túa palabra íntegra, comprometida e no teu sorriso de aperta, sempre»); Cándido Pazó («Enerxía positiva, bonhomía, atinada palabra») o Miguel Anxo Mato Fondo, autor del prólogo de su última obra, entre muchos otros. Santi Romay, actor malpicán que acaba de recoger dos premios María Casares, recordó ayer que se había criado en el local de Paco, el Cornecho. Reseñó que es una gran pérdida para Malpica, la comarca y la cultura. Envió un abrazo a la familia y particularmente a Alberto, hermano.
Asociaciones culturales y educativas, como la Federación de Anpas, lamentaron asimismo la pérdida para la Costa da Morte. Otra de las facetas de Souto era la artística (pintaba, dibujaba...). Era uno más en el colectivo de artistas Crea Formas. Su portavoz, Mon Lendoiro, apenas podía ayer articular palabra: «É moi inxusto». Habla de una persona activa, involucrada (hasta ejerció de rey Baltasar en la cabalgata de Reyes), luchando siempre por la organización de actividades, particularmente en Malpica, su municipio de residencia (había nacido en A Coruña). «Digno de admirar, sempre tiña moitos amigos, alá por onde ía, moitos que o imos botar de menos», añade Lendoiro.
También a nivel político la muerte de Paco Souto tuvo gran trascendencia. «Tristura inmensa en todo o país. Falece un dos grandes», escribió Goretti Sanmartín, vicepresidenta de la Diputación. «Por el choramos bágoas de sal que proen a alma», reseñó asimismo Ana Miranda.
La Diputación, por su parte, calificó a Souto como «unha das principais voces da xeración poética que emerxeu nos 90». Había participando en la fundación de los sellos Letras de Cal o Edicións do Dragón, al mismo tiempo que iban apareciendo sus títulos individuales y colectivo. Algunos le han valido premios como el Espiral Maior (As árvores do incesto) o el Johán Carballeira (As horas de María).
A Percebeira é unha illa
A illa ten nome de peixe esquivo
E os homes van
A lanchiña que os leva é de pau de laranxo
A lúa é unha laranxa apodrecida
A lúa debuxa cadaleitos nas furnas
De entre os mortos nascen percebes
Os ollos vagos non ven
Son as mans acoiteladas as que cachean os tetos
A rapa áxil
E logo a lonxa
E a vixe á Coruña ou Madrid
E o prato na mesa
E o sal na bocva
Ese sabor a sal na boca
Coma se a morte viñese cada nove ondas
[Paco Souto]