La decisión del consello escolar y el claustro de profesores de denominarlo Urbano Lugrís había despertado algunas voces en contra
08 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Ni falta de profesores, ni deficiencias. La causa de la polémica que se vivió hace 17 años en el instituto de Malpica fue originada por la decisión de que el centro, conocido hasta entonces como Beo-Seaia, pasase a denominarse Urbano Lugrís.
Así lo acordó por mayoría absoluta tanto el consello escolar, órgano integrado por docentes, padres y alumnos, como el claustro de profesores. «O único obxectivo é asociar o nome individualizado do instituto co dun persoeiro ilustre de Galicia e España, que deu a coñecer Malpica polo mundo e que ten unha parte importante da súa obra na vila», explicaba su directora, Soledad Garrido, quien además pedía que el asunto no fuese politizado.
La presidenta de la APA, Ángeles García, negaba la existencia de conflicto y aseguraba que desde su entidad únicamente habían reclamado que se conservase también la denominación Beo-Seia. Pero Fernando Couto, vocal de la APA y edil del PP, rechazaba la nueva denominación y aseguraba que el centro siempre había sido conocido como «colexio San Adrián», algo que el resto negaban.