Elena Cabrejas: «Laxe dos Bolos es un petroglifo con al menos dieciséis motivos distintos»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

LAXE

La arqueóloga Elena Cabrejas muestra la Laxe dos Bolos
La arqueóloga Elena Cabrejas muestra la Laxe dos Bolos RAMON LEIRO

La arqueóloga destaca que, además de por su tamaño, es excepcional por su ubicación

31 oct 2021 . Actualizado a las 20:44 h.

Elena Cabrejas Domínguez ( Caldas de Reis, 1974) es la arqueóloga que dirigió los trabajos de investigación en el petroglifo Laxe dos Bolos, ubicado en el monte Xiabre, en la parroquia de Saiar. Subraya que se trata de un grabado excepcional porque tiene un mínimo de dieciséis motivos diferentes. Dar a conocer esa riqueza patrimonial es tarea de todos.

-¿Cuándo empezó y cuándo terminó la intervención en Laxe dos Bolos?

-La actuación comienza en realidad en diciembre del 2020 porque es cuando se pone en contacto el Concello de Caldas, que es el promotor del proyecto, con el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que es donde yo trabajo. La idea inicial es poner en valor el petroglifo, pero finalmente lo que pasa es que realmente apuestan por un proyecto más arriesgado que implica su investigación de una manera más integral.

-¿No se había hecho nada antes?

-En este petroglifo se habían hechos dos actuaciones previas. Se había dado a conocer en el año 2001 en una publicación de Antonio de la Peña y Manolo Rey, actual director del Museo de Pontevedra. Se titula Petroglifos de Galicia, donde publican un calco, pero está incompleto. Son apenas dos tercios del total y además no hacen ningún tipo de valoración o análisis de la iconografía. Después hay otra actuación en el año 2007 promovida por la Xunta, que es para una delimitación de bienes de interés cultural de la provincia de Pontevedra, pero tampoco se entra en detalles.

-¿En qué consiste el trabajo que han hecho?

-Nosotros creímos que antes de ponerlo en valor, lo que necesitaba este petroglifo tan singular era hacer un buen análisis y sobre todo un buen calco para saber lo que teníamos. El Concello se puso en contacto con el Incipit en diciembre, pero la actuación fue posterior. Hasta junio del 2021 no hicimos el trabajo de campo. Primero hubo que generar todo el proyecto, trazarlo y solicitar los permisos a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural. Lo obtuvimos en junio y fue cuando empezamos el trabajo de campo.

-¿Hasta cuándo se prolongó?

-Realmente hasta ahora. El trabajo tiene tres pilares básicos. El primero era una prospección arqueológica superficial de todo el entorno. Estos petroglifos normalmente no están aislados, forman parte de un conjunto mayor, que es la estación y entonces teníamos la intuición de que podían aparecer más grabados, como así fue. El segundo pilar del proyecto fue hacer el calco. El calco en realidad es, usando las nuevas tecnologías, una fotogrametría utilizando un dron con cámara multiespectral y una cámara de alta resolución con precisión milimétrica, que permite obtener una representación tridimensional del petroglifo georreferenciada, de modo que tú coges la cazoleta más pequeña y sabes cuáles son sus coordenadas exactas. Y el tercer pilar era todo el análisis de los grabados. Y esto al ver los resultados que nos dio la fotogrametría pues, claro, era tan complejo que nos llevó los últimos meses y fue lo que presentamos en la charla del viernes en Caldas.

-Habla de Laxe dos Bolos como un petroglifo excepcional, complejo y singular. ¿Por el tamaño o por otras razones?

-La laxe tiene como unos treinta metros de longitud. La superficie grabada es menor. Tiene una longitud de 17 metros y medio y unos cuatro metros de ancho, con una orientación muy clara hacia la depresión meridiana y el monte Xesteiras, con el que además mantiene una relación provocada por un evento astronómico. Ya que en el solsticio de verano el sol sale por detrás de este monte y el fenómeno puede ser observado desde el petroglifo. Aparte del tamaño, el petroglifo ya era excepcional por la ubicación que tiene, está a media alta ladera del Xiabre, con una visibilidad enorme sobre el entorno y el valle de Caldas, y tenía una cantidad de grabados ingente.

-¿Cuántos motivos tiene?

-A simple vista se veía que había un número enorme de grabados, pero esa es una de las cosas que lo hace más especial. La mayor parte de los petroglifos suelen tener entre dos y tres motivos diferentes. Luego los hay ya muy especiales, como uno en Cotobade que tiene ocho, y otro en Tomiño que tiene doce, pero es que Laxe dos Bolos tiene un mínimo de dieciséis motivos distintos. Digo un mínimo porque hay surcos que apenas se perciben porque están muy desgastados, no llegamos a interpretar una figura o hay solapamiento sobre esos surcos, pero que en origen constituían otras figuras.

«Se creía que el Xiabre era estéril a nivel patrimonial»

  

La arqueóloga Elena Cabrejas afirma que Laxe dos Bolos tiene la mayor riqueza iconográfica del noroeste peninsular.

-¿Por qué no son conocidos los petroglifos del Xiabre?

-No son de los más conocidos porque entre otras cosas se descubrieron recientemente. Por desgracia el Xiabre es un monte que arde constantemente y raíz de los incendios del 2006, que fueron muy devastadores, comenzaron a aparecer un montón de petroglifos. Hasta ese momento se creía que el Xiabre era un monte estéril a nivel patrimonial y nada que ver. Desde que se publicó lo de Laxe dos Bolos y se actúa en Sobreiras, en Vilagarcía, y apareció también un conjunto importante en Catoira, se vio que el Xiabre tenía una riqueza enorme, sobre todo en ese momento entre la prehistoria reciente y la protohistoria.

-¿Qué se va a hacer para difundir el petroglifo?

-Aquí tenemos una problemática y es que el petroglifo está en un sitio con un acceso complejo. Hay pistas forestales pero no siempre están en buenas condiciones y son propiedad particular, de la Comunidad de Montes de Saiar. Le estamos muy agradecidos porque nos facilitó el acceso a los terrenos para trabajar ahí. Ahora lo que nos gustaría, sabiendo el problema que puede suponer para ellos de gestión forestal, acceso de gente y mantenimiento, es que se implicaran con un desbroce de los accesos porque hay algunos petroglifos que están muy dañados por los incendios, y eso evitaría un daño mayor si hay incendios futuros. Igual se podría estudiar un convenio entre el Concello, la Diputación y la comunidad de montes.

-¿Cómo se puede salvar esa dificultad de acceso?

-Viendo que era un sitio al que no podía llegar todo el mundo, y mucho menos gente con problemas de movilidad, más que hacer una puesta en valor en el monte con una pasarela, lo que queremos es llevar el petroglifo al valle, al pueblo, con acciones con la empresa Tictura. Todo el mundo va a tener acceso al calco y va a poder navegar sobre él.