El cura liberal ejerció en la parroquia de San Andrés de Rabanedo, y desde allí llegó María Paloma Fernández, que indaga sobre él
05 jul 2022 . Actualizado a las 00:05 h.Por fortuna, todavía queda quién quiera ahondar en la historia, saber más acerca del espacio que habita. En torno a una semana pasó María Paloma Fernández Oliver en la comarca. Vecina de San Andrés de Rabanedo, en León, se desplazó hasta Soesto (Laxe) para conocer la tierra natal del cura liberal Juan Antonio Posse (1766-1854): «Estuvo aquí, en mi pueblo, desde 1807 hasta su muerte», explica ella, ya de regreso en León. Fernández dice que de un tiempo a esta parte se empezó a interesar por él, leyó sus memorias, consultó fuentes sobre sus últimos años y, una vez agotadas allí en León (el sacerdote ejerció en tres parroquias de esa comunidad), decidió acercarse a conocer los orígenes de Posse y, de paso, visitar la Costa da Morte.
Soesto le pareció más grande de lo que se había imaginado, y de su playa se llevó una imagen «maravillosa». También le sorprendió la cantidad de Poses en el cementerio. A raíz de sus pesquisas y dada la cantidad de datos y documentación que fue analizando y recabando, María Paloma tienen material suficiente para un libro sobre la vida de Juan Antonio Posse en San Andrés de Rabanedo y, también, sobre el San Andrés de aquella época en la que la estuvo allí el sacerdote. Sería por tanto una publicación más centrada en la parte leonesa que en la gallega: «Seguramente, no obstante, este viaje que he hecho me servirá de ayuda», dice.
El parón causado por la pandemia del covid le ha «ayudado» a poder dedicarle tiempo a esta labor de investigación, así como la espera a que terminen las obras de la ferretería que regenta. Dice que nada tiene que ver su profesión con esta actividad de estudio que está haciendo («soy autodidacta en todo esto»), pero siempre se sintió interesada por conocer la historia y consultar los documentos antiguos sobre su pueblo. Cuenta que para poder descifrar alguno de ellos se ha tenido que «poner al día» con ciertas técnicas, pero ha podido avanzar y, de hecho, ha tanteado ya con una editorial local la posibilidad de que el trabajo vea la luz. Ni el verano ni la pandemia son, sin embargo, buen contexto, así que se da de margen hasta otoño para insistir en esta propuesta o para contactar alguna editorial más o, incluso, sopesar la autoedición, otra vía.
No fueron pocos los avatares de José Antonio Posse, perseguido por sus ideas liberales. Dejó unas memorias de las que solo se publicó una primera parte, de la mano del hispanista norteamericano Richard Herr (las otras se habrían perdido), pero han sido consideradas como unas de las tres mejores memorias del siglo XIX. Nuevos documentos se hallarían aún después en Soesto.
Unas jornadas del Semescom en el 2012 incidieron en la originalidad y singularidad de la figura de Posse, en las contradicciones propia de su época, en su defensa de la Constitución de 1812 o en su pensamiento liberal o colectivista en lo social. Y antes, en el 2007, se habían hecho otras, que acabaron convertidas en libro, Actas sobre a I Xornada sobre a figura de D. Juan Antonio Posse, publicado por el Seminario de Estudos Comarcais da Costa da Morte (Semescom), que preside Xosé María Lema, uno de los investigadores en la figura del sacerdote. Él mismo acompañó a Fernández en una de las jornadas de su estancia aquí. En San Andrés de Rabanedo, el cura tiene una calle dedicada y, como en Soesto, un centro cultural lleva su nombre. Son formas de agitar la memoria ante quien quiera saber. A María Paloma le gustaría que todo lo que significó se conociese mucho más.
