Un piso medio cuesta en Laxe un 30 % más que en Ponteceso

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

LAXE

CEDIDA

A Laracha sustituye a Arteixo como alternativa a A Coruña

07 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras años sin promociones en la Costa da Morte, el mercado inmobiliario se circunscribe a la oferta de segunda mano, cada vez más numerosa. La mayor parte de las viviendas necesitan algún tipo de reforma y eso ha disparado el trabajo de las pequeñas constructoras. Esa es una de las cuestiones que marcan el precio de la propiedad, pero aun más importante es la ubicación. Hay localidades más caras que otras y en ello influye mucho la demanda. Así, el tirón turístico de Laxe la ha convertido en una de las villas más caras. Comprar un piso medio puede suponer un desembolso un 30 % mayor que si se elige, por ejemplo, la vecina Ponteceso para vivir.

De este modo, por una unidad habitacional de tres dormitorios y dos baños en la localidad laxense en necesario poner 100.000 euros, en tanto que en la villa de Pondal bastan 70.000 para obtener prácticamente lo mismo.Si de lo que se trata es de vistas, por poder observar en mar, de lejos, hay que poner 180.000 euros en Laxe, mientras que en Corme bastan 118.000, eso sí, en primera línea. En todos los casos se trata de pisos muy similares en amplitud y servicios.

En Muxía y Camariñas la situación es muy similar. Por un piso como los de Laxe o Ponteceso se tienen que aportar algo más de 100.000 euros. En ambos casos, lo que se ofrece son viviendas que han sido habitadas, pero se encuentran en muy buen estado y están en edificios con poco más de diez años de antigüedad, que sería casi lo más nuevo que se puede encontrar por la zona.

Por lo que respecta a Corcubión y Cee, cada uno de estos dos municipios juegan en una liga distinta. La oferta corcubionesa prácticamente se ciñe a las construcciones pensadas como segundas residencias, por lo que resulta complicado encontrar inmuebles con más de 60 metros cuadrados. No son baratos, nada comparable al mercado malpicán, donde las gangas se multiplicaron. Los apartamentos con uno o dos dormitorios andan ahora entre los 50.000 y los 80.000 euro, pero uno con tres dormitorios, dos baños y ascensor anda también sobre los 100.000 euros.

Muy distinto es lo que ocurre en Carballo, Cee, Baio o A Laracha, localidades en las que prácticamente no existen las segundas residencias. En estos casos, los precios tienen más que ver con la localización de los pisos dentro del casco urbano que de la villa en sí. Sin embargo, sí se notan diferencias y una de las principales es el despegue de A Laracha, que está sustituyendo a Arteixo como alternativa económica y de mayor calidad para los coruñeses.

El mercado es aún pequeño, pero sorprende que en Paiosaco se estén vendiendo más caros que en Carballo, que es una de las localidades más baratas para adquirir una vivienda. En A Laracha o Cee, un piso similar puede suponer un desembolso de un 10 o un 15 % más elevado.

Los restos del bum inmobiliario mantienen buenos precios, pero queda ya muy poco

Fisterra, Malpica y Corcubión son las tres localidades que todavía tienen restos del bum inmobiliario. Se trata de pequeños apartamentos, de entre 45 y 65 metros cuadrados, destinados fundamentalmente a segunda residencia y que tienen unos diez años de antigüedad, pero que están sin estrenar.

La oferta más económica es la malpicana, pero aquellas gangas de 36.000 euros con garaje y trastero se han terminado. Sigue habiendo buenas opciones en O Ventorrillo, pero ya pasan de los 42.000 euros, que sigue siendo un precio muy competitivo.

Más caro es lo que va quedando en Corcubión y Fisterra. En el primer caso se concentra todo en las inmediaciones de la playa de Quenxe, pero ahora las posibilidades para elegir son muy pocas. Lo que más queda son bajos, que son los más baratos, pero rondan los 50.000 euros.

Por lo que respecta a Fisterra, las construcciones con apartamentos están en Escaselas. Un pequeño ático de solo un dormitorio se puede sacar todavía por poco más de 40.000 euros, pero en cuanto se superan los 50 metros cuadrados el precio ya pasa de los 53.000 euros y en el caso de buscar algo más amplio, de unos 70 metros, el precio ya se va por encima de los 70.000 euros. El resto son viviendas de segunda mano. Hay pocos pisos y más unifamiliares.

BASILIO BELLO

«Agora saen vivendas que nunca foron habitadas, pero teñen anos»

Chus Arán, uno de los responsables de la empresa Arán y Vales, reconoce que el mercado se limita ahora a las viviendas de segunda mano y lo poco que aparece a estrenar son restos de lo que se construyó hace entre 8 y 10 años o pisos incluso más antiguos, que se adquirieron como inversión. «Agora saen vivendas que nunca foron habitadas», explica. Se refiere especialmente a lo que sucede en Carballo, principal bolsa de oferta de propiedades.

Es la crisis del coronavirus lo que está empujando a que salgan al mercado estos pisos. «Hai xente que ten que facer caixa ou que ten medo de que as cotizacións sigan baixando», explica.

Buena parte de lo que está saliendo al mercado es fruto de herencias. Se trata de las casas que precisan una mayor inversión para adecuarlas a las necesidades de hoy en día, pero también las que salen más económicas.

El grupo, mucho más pequeño, según cuenta, es el de las separaciones y divorcios. En este caso, suelen ser inmuebles más nuevos. Además, ahora también se ofrecen casas de familias que han decidido mudarse a lugares con más espacio. Ha sido esta una consecuencia directa del confinamiento.

Ser el primer comprador en un piso en el que no haya vivido nadie es casi imposible en Carballo, al menos por el momento, porque cada vez son más las reformas y eso incluye edificios que estaban a punto de terminar cuando pinchó la burbuja inmobiliaria y a los que ahora se les está dando una segunda oportunidad, fundamentalmente a causa de la demanda de viviendas que hay actualmente y a la falta de oferta.

De todos modos, «os rapaces, as familias novas o que buscan agora é o aluguer», explica y también en este campo hay muy poco entre lo que elegir. En Carballo el precio medio ronda los 350 euros, pero en A Laracha ya se va a los 400, dice el agente, y eso es sobre todo a causa de la demanda por parte de personas que trabajan en A Coruña y que buscan residencia en lugares próximos a la ciudad, pero mucho más económicos.

Segunda mano para vivir

Carballo

38.000 euros. En la zona del Iglesario. Segundo piso sin ascensor de 90 metros cuadrados repartidos entre cuatro dormitorios y un baño.

64.000 euros. En el San Martiño. Cuarta planta con ascensor. Noventa metros cuadrados, tres dormitorios y dos baños. De 1991.

95.000 euros. Frente al instituto Alfredo Brañas. Cuarto con ascensor y 93 metros cuadrados. Tres dormitorios y dos baños. Incluye plaza de garaje y trastero.

125.000 euros. Ático en la calle Gerona. Construido en el 2003. Tiene 90 metros cuadrados y tres dormitorios. Incluye plaza de garaje.

180.000 euros. Ático del 2007 junto al centro comercial Bergantiños. Tiene 120 metros cuadrados y 30 de terraza. Incluye plaza de garaje.

A Laracha

63.460. En edificio del 2006, aunque no tiene todavía licencia de primera ocupación. Son 112 metros cuadrados a estrenar. Plaza de garaje y tres dormitorios.

103.000 euros. Frente a la casa consistorial. Son 90 metros cuadrados repartidos en tres dormitorios y dos baños.

Baio

85.000 euros. Ático de cuatro dormitorios en Obispo Romero. Cuarto piso con ascensor y 103 metros cuadrados.

115.000 euros. Tercera planta con ascensor, dos dormitorios y dos baños. Casi setenta metros cuadrados.

Cee

87.700 euros. Bajo exterior en la calle Castelao. Tres dormitorios y plaza de garaje.

125.000 euros. Céntrico, cuatro dormitorios y dos baños. Son 19 metros y tiene dos plazas de garaje y otros tantos trasteros.

Muxía

115.000 euros. Las vistas panorámicas del puerto y la amplitud explican el precio. Son 132 metros cuadrados.

Corme

99.000 euros. De 1995, cerca de la playa de Arnela. Vistas al mar. Tres dormitorios.