José Luis Pérez Añón o la personificación del munícipe errante

Cristina Viu Gomila
Cristina viu CARBALLO / LA VOZ

LAXE

ANA GARCIA

Inició su carrera como edil hace casi 40 años en Santa Comba y pasó por Curtis antes de ser alcalde de Laxe

26 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En política municipal lo habitual es ser concejal de tu pueblo de nacimiento o del de adopción. Es casi normal cambiar de partido, pero de ayuntamiento, es más raro, sobre todo porque entrar en una lista requiere cierto arraigo y eso suele llevar tiempo. Dentro de estos casos más bien raros, con representación sucesiva en dos concellos destaca el caso el alcalde de Laxe, que no solo hizo triplete, sino que es uno de los más tenaces, con más de 37 años de servicio municipal, casi ininterrumpido.

José Luis Pérez Añón (Santa Comba, 1957) inició su larguísima carrera política cuando era un chaval de veintipocos en su municipio natal. Corría 1983, Felipe González era el presidente del Gobierno y Arufe Rieiro, el alcalde, por el PDP. Al joven Pérez Añón lo embarcaron para ir en la lista de Alianza Popular «os amigos», según recuerda. Lo pusieron en el puesto número 9, el de la mayoría absoluta, pero entonces él no lo sabía. «Non entendía por que dicían que eu tiña que saír», reconoce. Luego lo entendió. Eso y otras cosas de la vida municipal que le habrían de servir hasta hoy.

Esa Coalición Galega en la que estaba su partido y el de Arufe Rieiro arrasó en los comicios y José Luis Pérez estuvo cuatro años en el Concello.

Cuestiones laborales, como practicante que es, lo llevaron a Curtis. Y también allí fue tentado. Era alcalde desde las primeras elecciones municipales José Tomé Piñeiro, veterinario de profesión. En los comicios del 91 le costó mantener la mayoría absoluta. De la lista del PP en la que figuraba José Pérez Añón salieron 3 ediles y los independientes sacaron 4. La corporación era de 13 y en la investidura el alcalde socialista revalidó su puesto con siete votos. Como eran secretos, Pérez Añón quiere creer que el tamayazo (concepto que entonces aún no existía) no venía de su formación, pero no puede garantizar al 100 % que así fuera.

En Laxe su historia también ha sido convulsa. Fue la profesión sanitaria la que lo llevó por primera vez a vivir frente al mar y quien se acercó a él fue Antonio Castro, que ya era alcalde de PP. El regidor ya sabía con quien dada. «Estaba moi vinculado ao partido y soubo de min», dice Pérez Añón. Pero no midió demasiado bien porque después de dos mandatos, Pérez Añón se fue del PP para montar una formación independiente. Estuvo así durante otros ocho años y finalmente regresó al redil popular, al que defendió durante un quinto mandato. Va por el sexto y seguro que habrá un séptimo, «Mentres o corpo aguante», dice.

Poco le queda para la jubilación. Si decide no vivirla en Laxe y se muda podría añadir una cuarta corporación a su carrera política. Si no hay dos sin tres, no hay tres sin cuatro.

Samuel Lago Ozón: De delfín en Muxía a delfín en Cambados

La política es una actividad que no sabe de fronteras, ni siquiera municipales. En la historia de la democracia en la Costa da Morte han sido varias las personas que han sido concejales en varios municipios distintos. El último de ellos es Samuel Lago Ozón, de Muxía, del que se habló para sustituir a Félix Porto, pero que finalmente se fue a Cambados, donde ejerce de tercer teniente de alcalde.

Lago Ozón llevó Urbanismo en el mandato anterior en Muxía, pero su trabajo de ingeniero técnico agrícola lo llevó a la localidad pontevedresa, donde no ha renunciado a la política y ahora se el segundo de la alcaldesa, Fátima Abal, en una coalición con Somos Cambados.

Antes hubo otros casos, como el de Xan García Pouso, recientemente retirado de la política. Fue concejal de Vimianzo, municipio del que es natural, y últimamente de Fisterra, con Converxencia Galega. Anteriormente, en la capital de Soneira, lideró una formación independiente.

Manuel Varela Domínguez fue también concejal en Malpica y cuando se trasladó a Ponteceso para dirigir el instituto Eduardo Pondal se presentó para ocupar la vacante que había dejado Oscar Rey en el BNG, ya que pasó de la formación frentista al PP.

Entre los nacionalistas podría haberse dado otro caso si los vecinos lo hubieran apoyado. Vicente Rivas se presentó en Vimianzo y había sido edil en Cee.