Hace 41 años que un temporal destrozó los pretiles y anegó bajos y casas en Laxe

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

LAXE

Antonio Castro Lema

Efeméride | Una madrugada en la que agua y viento se llevaron por delante los muros entre la carretera y la playa

16 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los partes meteorológicos de aquellos días no habían sido precisamente alentadores y en Laxe andaban con la mosca detrás de la oreja. Pero en la madrugada del 13 de diciembre de 1978 el viento y el mar desataron toda su fuerza contra el litoral laxense. «Era vento do norte e había mareas vivas. As ondas eran altas, pero ninguén se imaxinaba que aquilo ía acabar como acabou», recordó Antonio Castro Lema, alcalde de la localidad durante veinte años que por aquel duro invierno de 1978 era segundo teniente de alcalde y regidor en funciones en sustitución de Evaristo Pose Iglesias.

La simbiosis entre el fuerte oleaje, las mareas vivas y el viento del norte ejercieron un devastador efecto sobre el muro y los pretiles que, por aquel entonces protegían las casas, bares y negocios y bajos del mar. «O mar levou por diante máis de 300 metros de muro, dende A Sardiñeira ata o Bar Rivera. A auga entrou nas casas e baixos, danou coches... Lembro que a auga entrou na antiga caixa de aforros, inundándoo todo», recordó el veterano político ya apartado de la primera línea. Los desperfectos de aquel temporal fueron cuantiosos: «Houbo moitos danos».

Por si fuera poco, también un día 13, pero de febrero de 1979, dos meses después de aquella ciclogénesis, hubo otra, que acabó por destrozar lo que quedaba del mítico y fotografiado muro: «Dende a praza de Ramón Juega ata o que hoxe e o quiosco quedou sen muro e sen pretís. Non quedou nada», dijo Antonio Castro.

Por aquel entonces no había Xunta de Galicia, ni Gobierno autonómico. Solo estaba la Diputación, presidida por aquel entonces por Enrique Marfany Oanes y el Estado central: «A Deputación axudara daquela co 70 % do orzamento e o Concello aportara o 30 % restante». Después de once años de trámites burocráticos comenzaron los trabajos. Por fases. «En dúas anualidades», señaló Antonio Castro. En 1990 se inauguró lo que hoy es conocido por el primer tramo del paseo marítimo. Pero de aquellos pretiles que daban forma al mítico muro poco o nada se supo después: «Chegaron os de Carreteras del Estado e leváronos de alí, creo que foron para Fisterra polo que me dixeran, pero tampouco estou moi seguro», indicó el exalcalde laxense.

Pese a aquel paseo marítimo y la construcción del muelle comercial, los peligros del mar siempre acecharon, como el día de Reyes del 2014 cuando un fuerte temporal azotó a parte de la flota amarrada al puerto de Laxe. El pesquero María Cristina se llevó la peor parte al acabar hundido junto a la dársena.

Desde entonces cada vez que hay alerta de temporal los barcos con base en Laxe suelen refugiarse en otros puertos de la zona, sobre todo, en Camariñas. En Laxe llevan años esperando como agua de mayo por el dragado del puerto que, según los entendidos, dará solución al problema. El Gobierno autonómico dice que la obra, presupuestada en 3 millones de euros, arrancará en el 2020.

Pero mientras, la fachada al mar continúa expuesta a los inclemencias meteorológicas, aunque no se teme, en principio, por un desastre de la envergadura del 13 de diciembre de 1978.