El director impartió un taller organizado por el OUFF
01 oct 2019 . Actualizado a las 14:43 h.«A beleza ten as súas normas e unha delas é que custa moito chegar a ela por iso ten que doer o camiño ata alcanzala». Esta es una de las ideas fundamentales en torno a las que giró el taller sobre cine impartido por el director Oliver Laxe. Una formación que se enmarca dentro de las propuestas del Festival Internacional de Cine de Ourense y que continuará a lo largo de todo el día de hoy en el Centro Cultural Marcos Valcárcel.
El cineasta, que se reconoció a sí mismo como esencialista y determinista, habló del gusto que le supone conmover a la gente y de cómo llevar a cabo sus propios proyectos le transforma. Debido a una serie de fallos técnicos durante la primera hora de la formación, el director no contó con el apoyo en medios audiovisuales que tenía preparado, así que se dedicó a explicar pormenorizadamente cuál era su historia, su trayectoria profesional y su pasado. Decidió basar el inicio del curso en su experiencia y narrarla, sin interrupciones ni ruidos.
A las decenas de asistentes, en su gran mayoría jóvenes estudiantes del sector audiovisual y personas vinculadas al mundo del arte, les llamó especialmente la atención la posibilidad de aprender de Laxe. Aunque suscitaron gran interés las declaraciones de Lourenzo, presente durante el taller, uno de los brigadistas que colaboraron con Laxe en la exhaustiva documentación para llegar a comprender qué es el fuego, los incendios y su alcance, trabajo que realizaron antes de rodar O que arde. «Antes de axudalo quixen coñecer o proxecto e, tras elo, comprendín que el era unha persoa que estaba por nós», y añadió, «porque o lume ademais de ser algo horrible e destrutor ten unha beleza plástica enorme e Oliver sabía atopala».
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