En Bergantiños, el mandato ha arrancado entre la inercia, la perplejidad y el entusiarmo

La primerísima primera parte del mandato ha sido muy distinta de cada municipio. Lo que más diferencia la forma de actuar de unos gobiernos y de otros es si hay continuidad o se trata de un nuevo ejecutivo local y entre los que se incorporan a la alcaldía también hay distintas formas de funcionar, desde el que acelera a tope hasta el que tiene dificultades incluso para poner la segunda marcha.

Cabana. José Muíño (PP) tiene una amplia experiencia que ahora se ha visto coronada con dos años de sillón de diputado en A Coruña. Poco se ha hecho en estos tres meses que no haya tenido que ver con la cultura, el turismo y las actividades estivales en general. El alcalde también se ha movido para conseguir terreno industrial, una de sus prioridades para el presente ejercicio.

Laxe. Después de años de gobierno socialista, que siguieron a lustros de mandato del PP, es probable que José Luis Añón aún no se crea que es el alcalde. Se nota en su interés por mantenerse como practicante, lo que puede hacer dudar del resultado. En el caso del regidor laxense, la inexperiencia le jugó una mala pasada con el desafortunado asunto de la hoguera de San Xoán, que la oposición aprovechó muy bien. Sin embargo, la contratación del dragado le ha dado algo de oxígeno. Deberá trabajar mucho para no tropezar de nuevo porque la sociedad laxense sigue muy dividida, si bien ahora las cunetas están limpias y se ha agenciado la biblioteca del Xeoparque. Con su victoria se cargó de paso a la diputada Loli Toja.

Malpica. Walter Pardo es tan nuevo como alcalde que ni concejal ha sido. Tampoco su socio del BNG, Dani García, y Alfredo Cañizo ha estado con todos a lo largo de su larga carrera política, por lo que parece un apoyo inestable. Tal vez esa ha sido la causa de que el Concello de Malpica esté casi paralizado, al margen de las fiestas, en las que el regidor ha acompañado a los vecinos. Según su predecesor, hay 658.517 euros de obras en marcha en el municipio, pero poco o nada se ha visto por el momento. De hecho, Eduardo Parga dejó una subvención del GDR para las luminarias del centro comarcal de las que no hay noticias. Por no saber, el alcalde ni siquiera sabe que la instalación es municipal. Tampoco hay nada nuevo sobre el legado de García Alén.

Ponteceso. Lo nuevo en el caso de Ponteceso es que Lois García Carballido tiene mayoría absoluta y la está utilizando. Desde el pasado ejercicio el alcalde ha sido muy activo a la hora de aprovechar que pertenece al mismo partido del Gobierno central para buscar apoyos y obtener incluso compromisos, pero la falta de acuerdo para una investidura han dado al traste con sus proyectos o, por lo menos, los han atrasado. Ya hubo un pleno solicitado por la oposición, pero resultó ser un fiasco por el tema, la oportunidad y la tramitación. Entre los logros están las vivienda sociales que eran de los maestros, la inversión en los campos de fútbol y la actividad en el museo de Corme.

Coristanco. El arranque del mandato más entusiasta ha sido probablemente el del alcalde de Coristanco, Juan Carlos García Pose, que ha tenido la oportunidad de exhibirse en la Festa da Pataca. A punto de cumplir la 40 edición, ha conseguido en poco tiempo dar un vuelco a la celebración y mostrar la que será su política. Para preparar la comida contó con los hosteleros y todo el servicio fue ecológico y biodegradable. Aprovechó el programa para presentar la solicitud para que la fiesta sea declarada de Interese Turístico Galego y los trámites para que la patata coristanquesa tenga su marca de garantía e incluso la constitución de una asociación de productores que se encargará de llevar adelante un proyecto fundamental para el municipio. Desde la campaña electoral han sido numerosos las reuniones con representantes de la Xunta de Galicia para tratar de los más diversos asuntos. En los primeros cien día de mandato, en minoría, la situación se ha mantenido. A pesar de todo, tiene todavía muchos frentes abiertos y poco dinero.

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