Primera pelea entre gobierno local y oposición de Laxe por la gestión del San Xoán

La Voz CARBALLO / LA VOZ

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El alcalde, por un lado, y el exalcalde y el exconcejal de Turismo, por el otro, presentan versiones absolutamente contrapuestas sobre lo ocurrido con la hoguera de los Trikitrakes

23 jun 2019 . Actualizado a las 13:32 h.

Justo ayer se cumplió una semana desde la toma de posesión del nuevo gobierno local y ya se ha desatado la primera crisis. De hecho, el conflicto lleva al menos un par de días en marcha. La gestión de la fiesta de San Xoán está en el centro de la polémica. El alcalde, por un lado, y el exalcalde y el exconcejal de Turismo, por el otro, presentan versiones absolutamente contrapuestas sobre lo ocurrido con la hoguera de los Trikitrakes, un gran barco de madera de 19 metros de eslora que debía arder esta noche en el Campo do Escaravello, pero que finalmente fue desmantelado para sumar en la Lumarea de Camariñas, adonde se desplazaran los miembros de la entidad organizadora con una gran sardina y sus tambores. En definitiva, la fiesta de Laxe se traslada a la villa de los encajes, puesto que también han sido suspendidas las dos actuaciones que estaban previstas.

Gobierno y oposición coinciden en las notas que hicieron públicas ayer en que dan el tema por zanjado y que ambos dicen la verdad, pero las visiones son tan distintas que es evidente que todavía se hablará mucho tiempo de este asunto.

El principal motivo de discusión es si el alcalde, José Luis Pérez, fue informado o no de que había la hoguera preparada. Él lo niega. «Non houbo comunicación», dice.

José Manuel Mouzo, del PSOE y José Manuel Pose, del BNG, aseguran justo lo contrario. De hecho, el edil nacionalista dice que el viernes 21 de junio se reunió con Pérez Añón y la edila María José Mato, en presencia de la técnica de turismo, para informarle de la fiesta, «facéndolle constar que deberían ser eles os que se fixeran cargo de continuar con dita organización». Además les mostró «sendos documentos de requerimento internos dirixidos da concellería de Turismo á alcaldía, nos que se instaba a acometer diversas cuestións de seguridade e loxística para a celebración de dito evento», dice la ahora oposición.

Sin embargo, la resolución de la alcaldía es del 20 de junio, por lo que es evidente que cuando el alcalde fue informado él ya sabía que había preparada una cachela, sobre todo porque los organizadores presentaron una solicitud en el Concello el 5 de junio, 10 días antes del cambio de gobierno local.

Lo que la oposición defiende es que la cachela formaba parte «da programación oficial do Concello, motivo polo que non era necesario ningún tipo de autorización». Señalan además que la Xunta delega las competencias para permitir «as lumareas» y que eso depende de los ayuntamientos, «non tendo que esixir nunca documento acreditativo de propiedade onde se executa a mesma e tendo que comunicar só á Consellería de Medio Rural se dita queima está a menos de 400 metros da masa forestal».

Reconocen que la asociación solicitó permiso al Concello, pero dado que el evento formaba parte de la programación oficial presentada en abril, el gobierno local la rechazó por contar con cobertura municipal.