La primera Casa do Maior de la Costa da Morte estará funcionando el mes que viene

M. López CARBALLO / LA VOZ

LAXE

Impulsada en Laxe por los promotores del centro de formación y ocio Colaxe, ayer se celebró su acto de inauguración

25 dic 2021 . Actualizado a las 20:46 h.

Aunque con algo de demora en los plazos, este lunes 22 de abril se abrió al público la primera Casa do Maior de la comarca, impulsada en Laxe por los promotores del centro de formación y ocio Colaxe.

Si todo va bien, explica la gerente, Natalia Asorey, esperan estar funcionando a pleno rendimiento a mediados de mayo, prestando atención hasta a un máximo de cinco usuarios, que serán designados por la Xunta entre la cartera de personas con dependencias declaradas entre grado 1 y 2. «Tenemos muchas ganas de empezar ya a trabajar, porque por unas cosas o por otras los plazos se han ido demorando y ya teníamos ganas de verlo todo terminado», decía ayer Asorey, minutos antes de la gran inauguración, que hicieron para que la sociedad laxense conozca el proyecto y se haga a la idea del servicio que prestarán.

Podrán ofrecer un servicio de jornada completa, hasta ocho horas, de lunes a viernes y con posibilidad de disfrutar de la comida, que será proporcionada por un cátering especializado y adecuada a las necesidades de cada usuario: dietas hipocalóricas, para hipertensos... «Y además, ya se sabe que la comida, si uno está acompañado, sabe mejor», bromea Natalia, en referencia a las relaciones sociales que forjarían los usuarios.

Tienen planeado dedicar las mañanas a realizar actividades de tipo cognitivo, como ejercicios de memoria o la lectura del periódico, por ejemplo. Por las tardes, tras un rato de descanso después de la comida, pretenden llevar a cabo actividades de tipo físico, quizá incluso algún deporte ligero. La idea es que la adaptación se lleve a cabo de forma muy paulatina, dado que algunos usuarios seguramente no estén acostumbrados a echar el día fuera de casa y participando en iniciativas como estas.

Un mínimo de dos personas -trabajadora y educadora social- estarán en la casa, en la que pretenden trazar una programación en la que los mayores y los niños que participan en otras actividades de Colaxe compartan tiempo y experiencias. «Siempre se ha diseñado este proyecto como una iniciativa intergeneracional y eso es lo que buscamos», sentencia Asorey.