«Nas orquestras preguntábanme como podía tocar con ese ferrancho»

LAXE

José María Rey, con su Henri Selmer adquirida hace unos cuarenta años en Suiza.
José María Rey, con su Henri Selmer adquirida hace unos cuarenta años en Suiza. José Manuel Casal

«Comecei co clarinete e a gaita, pero acabei facéndoo coa trompeta», dijo

06 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Guarda como verdadero oro en paño su vieja Henri Selmer, una obra de arte fabricada en Francia que José María Rey Lema (O Esto-Cabana, 1934) adquirió hace unos cuarenta años en Suiza por mediación de un emigrante. «Aquí as trompetas eran moi caras, non estaban ao alcance de case ninguén e menos para un traballador coma min», relató este cabanés afincado en Laxe desde mediados de los cincuenta.

A sus 81 años, José María es todo un jubilado, pero con espíritu joven, inconformista con toda la clase política y siempre reivindicativo. Sus ojos azules transmiten aquella pillería de sus años mozos. Está todos los días en el estanco-café Ana de Castrelo, Soesto, que ahora dirige una hija y sigue conduciendo con total normalidad: «Pasei o último psicotécnico sen problema», relató con orgullo.

Pero a José María Rey, que el 28 de diciembre cumplirá 82 inviernos, su gran pasión ha sido, es y será la música: «Dende sempre. Lembro cando era pequeno, que ía ás verbenas e quedaba mirando ás bandas de música e ás orquestras, case non facía outra cousa que gozar coa música», apuntó. Y añadió: «Comecei coa gaita e o clarinete, pero ao final decateime pola trompeta». Hizo el servicio militar en A Coruña. En concreto, en el Regimiento de Infantería Isabel la Católica. Pero lo suyo no fue andar embarrado de maniobras con el célebre chopo, denominación por la que era conocido en el Ejército el fusil CETME. «Eu estaba na banda de música, con xente moi preparada. Había brigadas, tenentes. Eu, como se di, estaba de apoio». Pero para José María Rey ya era todo un premio tocar con aquella «xente que o facía de marabilla».

Una vez licenciado, empezó a tocar en grupos y orquestas. Estuvo en unas cuantas: «Fórmula Sexta, Magos Cinco, Os Sauces, Lira de Plata, Os Bohemios... E aínda hai máis que agora mesmo non son capaz de lembrar».

Su primera trompeta la compró en el año 1962 a un vecino de Cances: «Era un dos compoñentes do grupo Os Xemelos». Alternaba su trabajo en Laxe con los ensayos y actuaciones. «Ía á Coruña nun Seat 600 e cando había programada algunha actuación de última hora chamaban os compañeiros á centraliña telefónica de Laxe e, dende alí, mandaban unha mensaxe en taxi ata Soesto». De aquella etapa, José María Rey guarda un grato recuerdo por los viajes que hizo y por la gran cantidad de gente que conoció gracias a la música. Pero sobre todo, José María tenía que aguantar las bromas sobre la calidad de su trompeta: «Nas orquestras preguntábanme sempre como podía tocar con ese ferrancho». Hasta que un día decidió jubilar este instrumento y cambiarlo por otro de Champions League: una Henri Selmer, una especie de Ferrari de las trompetas, que guarda en un baúl de color negro y un interior forrado de terciopelo de color azul cielo, que también da cobijo a algunas de sus viejas partituras.

José María también recuerda cómo adquirió su primer clarinete: «Foi de ocasión, a un veciño de Tallo. Custoume 70 pesos que, por aquel, entonces era un gran capital». Pero, sin duda, una de sus reliquias más codiciadas es un punteiro. Ni José María sabe los años que tiene: «Pertenceu ao meu tío Xulio. Herdeino del. Este punteiro fixérano a man un home de Corme moi mañoso que chamaban Calixto de Marabillas, polo ben que traballaba». Según él, la gaita era un instrumento «moi caro e o punteiro facía as veces de gaita e era máis barato».

Ya jubilado admite que ha perdido parte de la destreza. Abandonó la profesión hace unos 35 años. Lo que no ha cambiado es su pasión por la música, una pasión que no ha heredado nadie en la familia. Bueno, en parte. Su nieto José Ramón cursó seis años de piano en el Conservatorio, «e é moi bo», aseguró el abuelo. Donde José Ramón se desenvuelve como pez en el agua es con las moléculas y los átomos. Es ingeniero químico y reside en Singapur «donde lle vai moi ben, grazas a Deus».