«O bicho era criminal», dice el patrón de un cerquero que avistó dos orcas a las afueras de Caión

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

ramón chouciño

Horas antes, varios ejemplares atacaron a un velero en Fisterra

07 oct 2021 . Actualizado a las 13:54 h.

Las orcas siguen haciendo notar su presencia en las aguas gallegas. En la tarde de este martes, dos de estos mamíferos acompañaron en su trayecto al cerquero Praia de Arou a su paso por la costa de A Laracha. El armador y patrón Ramón Chouciño cree que eran madre y cría, debido a su gran diferencia de tamaño y a que la más pequeña seguía el recorrido de la grande.

Eran las siete de la tarde cuando la embarcación, que partió del puerto de A Coruña, se dirigía a Malpica, donde tiene su base. Cuando estaba a las afueras de Caión, a unos «seis quilómetros», dice Moncho, divisó una «aleta torcida» que le pareció muy distinta a las que suele ver a menudo y que corresponden a «touliñas e arroaces». Acto seguido, cuando la orca empezó a «xurdir do mar», se asustó, ya que «o bicho era criminal, moi grande», cuenta. Lo que más le impactó fue la «envergadura» de la cabeza del animal, pues era «moi ancha», describe. El resto del cuerpo del cetáceo medía «uns cinco metros como mínimo». La supuesta cría ya era de menor tamaño, sobre «uns tres metros», comenta.

Primero se le pusieron en el camino, atravesando la proa. Luego, los acompañaron durante unos instantes al lado del barco. «Xurdiron do mar unhas catro ou cinco veces», recuerda este marinero, que asegura que la presencia de los mamíferos no entorpeció en ningún momento la ruta que realizaba el Praia de Arou. «Víronnos, curiosearon un pouco, e logo as perdemos de vista. Non nos fixeron nada», añade Chouciño. Cree que el ruido de la hélice las pudo «escorrentar».

Moncho ha visto a lo largo de los años a bordo de su embarcación de hierro, que mide 17 metros de eslora, incluso ballenas gigantes. Ahora bien, reconoce que la presencia de estas orcas, con sus saltos, sobre todo de la más grande, fue de lo más alucinante que ha vivido hasta el momento.

Es el segundo avistamiento en el mar de la Costa da Morte. La noche del día anterior, el lunes, un grupo de entre cinco y siete ejemplares fue observado en Fisterra. Salvamento Marítimo recibió el aviso de que un velero de Finlandia, el Clarissa, se había quedado sin gobierno después de sufrir una acometida de los cetáceos. Seis mujeres iban a bordo. Los mamíferos golpearon la quilla, sobre todo en la zona del timón, y como consecuencia, la embarcación se quedó a la deriva. La Salvamar Altair, con base en Camariñas, remolcó el Clarissa hasta el muelle fisterrán. No hubo que lamentar daños.