«Todo o que lle das a estes nenos volve a ti multiplicado»

Marta López CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

ANA GARCIA

La conselleira de Política Social visitó en Fisterra a una familia que participa en el programa de acogida de menores de la Xunta

18 jun 2020 . Actualizado a las 23:17 h.

En Galicia hay 730 familias que participan del programa de acogida de menores de la Xunta. Aun así, son insuficientes para la cantidad de niños que necesitarían el cariño y la dedicación que estas familias les proporcionan.

La titular de Política Social, Fabiola García, visitó ayer en Fisterra uno de esos 730 hogares, el de Begoña Valdomar y Henrique Jerardino, que conviven con tres niños: dos mellizas de diez años y un bebé. García quiso agradecerle a esta pareja, pero también a todas las familias inscritas en el programa, «o seu esforzo, traballo e dedicación por coidar aos máis pequenos de Galicia». Aprovechó la conselleira para anunciar que, debido a la sobrecarga ocasionada por el confinamiento y al incremento de los gastos, el Gobierno autonómico aumentará en un 25 % la asignación que reciben estas familias mensualmente para financiar «os custos que supón facerse cargo dun neno», dijo Fabiola.

Begoña Valdomar, por su parte, al hacer balance de la experiencia solo pudo encontrar un aspecto negativo: «O feito de non ter comezado antes», aseguró. Alrededor de 2016 iniciaron los trámites y unos meses más tarde llegarían las mellizas. Hace más o menos un año recibieron también, y de urgencia, a un bebé que tenía apenas veinte días de vida. «A situación que se vive en Galicia é bastante forte e hai moitísimos nenos en centros de menores», señala esta vecina de Fisterra, que cree que, creciendo en entornos familiares y dándoles la estabilidad que le falta en esas instalaciones, tienen más posibilidades «de converterse en adultos máis ou menos felices».

No es una experiencia fácil y Begoña tiene claro que los niños no son de su «propiedade» y tiene muy presente a sus familias biológicas. «Nós estamos para facer de ponte e darlles un teito, cariño e coidados. E o certo é que todo o que lle das a estes nenos volve a ti multiplicado. É un regalo que che está dando a vida, literalmente», señala.

De igual importancia es el entorno en el que se mueven estos pequeños: sus compañeros del colegio, los vecinos, su pediatra, los amigos del barrio... El objetivo es que se adapten y se sientan como un niño más del grupo, sin distinciones. Ayuda mucho, según Begoña, el residir en una localidad pequeña como Fisterra.

«Veñen cunha mochila moi cargada. Nós temos que liberarlla con cariño e coidados»

«Puxémonos en contacto con Cruz Vermella para coñecer o programa de acollemento e gustounos, sobre todo, a parte humana. Xa cando escoitamos as experiencias doutras familias, e vimos que eran todas positivas, decidímonos», relata esta vecina de Fisterra, que cree que todavía hay mucho desconocimiento de las implicaciones de participar en un programa de este tipo. «Todos lle temos medo ao sufrimento, está claro. Moita xente pregúntame que como me sentirei cando mos leven. Pero é que non mos van levar, eles van volver a onde teñen que volver. Temos moi presente ás súas familias biolóxicas», explica.

El proceso previo, en el que se incluyen exhaustivas entrevistas a los aspirantes, tiene una duración variable. Se busca siempre que niño y familia encajen bien en cuanto a sus necesidades y, también, sus personalidades: «Inténtase minimizar os posibles choques que poida haber». Por ese motivo habrá acogedores que tarden meses en recibir en su hogar a un menor, mientras que a otros no les dará tiempo ni a concluir todo el proceso.

«Teñen que ser nenos que se adapten ao teu perfil. Eles veñen cunha mochila moi cargada, mochila que non lles pertence para a idade que teñen, e nós temos que encargarnos de liberala con cariño, paciencia e amor, que é a única maneira. Dende logo que, por exemplo no noso caso, custou, e custará. Ten que haber un período de adaptación», dice Begoña, que anima a sumarse a un programa que, dice, le cambia la vida a cualquiera.