El plan de venta telefónica promete multiplicar el negocio en las lonjas

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

Zaira Pallas

En Fisterra, donde está implantado el sistema, superan ya los 200 compradores

21 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo mes se pondrá en marcha en la lonja de Malpica el nuevo sistema de venta por teléfono que está implantando la Consellería do Mar. La rula de Fisterra fue una de las tres pioneras en Galicia del plan Primere-Lonxas que tiene como objetivo multiplicar el negocio en la primera venta de pescado y marisco y facilitar la gestión a todos los niveles.

En Fisterra, la comercialización ya se realiza vía telefónica. Desde que comenzó el nuevo sistema han subido los precios, según explica el patrón mayor, José Manuel Martínez Escarís. El motivo principal es el incremento de la competencia. En este momento están dados de alta más de 200 compradores que pueden acceder a las pujas de la lonja a través de una aplicación.  

Falta de control

Este sistema que para algunos resulta tan positivo despierta los recelos de otros y la razón principal de ello es la falta de control sobre las compras, porque la subasta se puede parar desde cualquier parte.

En algunas rulas hay desconfianza porque ya se han dado casos de en los que los compradores habituales han castigado con su ausencia a los gestores después de haber perdido una partida importante por solo unos céntimos de diferencia y a manos de intermediarios de fuera de Galicia que suelen realizar adquisiciones puntuales.

El proceso se inicia con la actualización tecnológica de las rulas interesadas

¿Cómo funciona?

Aplicación. Los clientes, que deben darse de alta en la cofradía, se descargan una aplicación que les permite participar en las pujas y pararlas cuando les conviene el precio.  

Servicio personalizado. Si al cliente no le es posible conectarse a la hora de la subasta, puede encargar a los responsables de la lonja o de la cofradía que paren la subasta de un lote determinado en un precio concreto. 

Ubicuidad. Gracias a la aplicación o a la compra diferida previamente pactada, el cliente tiene la capacidad de estar en varias lonjas al mismo tiempo, realizando operaciones en subastas que se encuentran a muchos kilómetros de distancia.  

Conexión. En Fisterra, donde el sistema funciona desde hace meses, señalan que en ocasiones se cae la conexión a la red, con lo que se pueden perder operaciones, pero ese no es un problema del proyecto, sino de las comunicaciones.  

¿Qué se pretende?

Modernizar. El principal objetivo de la Administración es actualizar la gestión de las lonjas, tanto en lo que se refiere a la comercialización como al resto de los procesos, como la contabilidad. También se busca reducir gastos simplificando trámites que actualmente tienen que realizar los empleados. 

Información. Con el nuevo sistema, la Consellería do Mar obtiene datos sobre ventas en tiempo real, lo que también mejora la calidad de la información y la colaboración entre lonjas. 

Control. Una vez que se complete la implantación del sistema, la trazabilidad de cada producto estará asegurada, así como el control de las descargas y las ventas. 

Comercialización. Es uno de los objetivos que más interesan a las cofradías y a los pescadores. La idea de que los compradores no están físicamente en la lonja supone una ventaja para las rulas pequeñas, que suelen coincidir en la hora de subasta, lo que hace imposible que los intermediarios puedan realizar operaciones en varias al mismo tiempo. Actualmente solucionan este problema comprando unos para otros. La mayor competencia sube los precios.

La demanda de la hostelería dispara el precio del pescado

La alta demanda de la hostelería este verano ha hecho que el precio del pescado fino, el que se vende más en los restaurantes, se haya disparado. La escasez habitual del verano se ha visto incrementada últimamente porque buena parte de los armadores de la zona han optado por dedicarse al percebe, cuyas ventas se realizan en A Coruña y donde la gran oferta ha hecho bajar los precios.

Así en rulas como las de Fisterra, Malpica o Laxe, la poca cantidad de capturas se compensan con cotizaciones muy altas. Además, en las tres localidades se han abierto nuevos establecimientos, lo que ha incrementado la competencia y se alcanzan precios más altos que en el Muro de A Coruña.

La hostelería local es uno de los principales consumidores del pescado que descargan los barcos del día, pero las cantidades más grandes son para las cadenas comerciales. Eroski-Vegalsa suele comprar en Laxe, en tanto que Carrefour lo hace en Fisterra. Ahora venden el pescado en los establecimientos de Cee, Santiago, Bertamiráns, Sada, Moaña y en Sanxenxo, aunque solo en verano.

Este tipo acuerdos no siempre salen bien. En Malpica entró Mercadona hace unos años y acabó exigiendo precios reducidos porque se había convertido en el comprador principal y casi único, lo que provocó cierta crisis en la rula. La cadena de alimentación también realizó un intento para hacerse con el mercado de Laxe, pero fracasó.