El patrón del barco luso dice que lo interceptaron al sur de Fisterra

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

FISTERRA

cigalas
J. M. CASAL

La embarcación fue apresada por España tras encontrar a bordo 181 kilos de cigala que no tenía registradas

28 jul 2019 . Actualizado a las 13:45 h.

Más de 20 días después de haber sido apresado por las autoridades españolas de Pesca, tras ser sorprendido con 181 kilos a bordo sin anotar en el diario electrónico de pesca (DEA), el arrastrero portugués de capital gallego continúa amarrado en el puerto de A Coruña, porque el armador no ha satisfecho la fianza impuesta. Una garantía cuyo importe declina revelar el armador y que tampoco han facilitado desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, a diferencia de lo que suelen hacer otros Estados miembros cuando son apresados buques españoles.

Fuentes próximas al empresario señalan que si no ha depositado la fianza es porque la empresa no puede hacer frente a su pago por la situación económica por la que atraviesa. Eso ha hecho que la tripulación esté en paro y el patrón, a raíz del incidente, haya decidido jubilarse, pues ya había pasado la edad de retiro.

Ahora bien, el profesional asegura que el arrastrero fue interceptado al sur de Fisterra, en la zona IXa, y no en la VIIIc -de Fisterra al golfo de Cádiz-, como sostienen los inspectores, un área en el que la captura de cigala está prohibida por tres años y puede que por otros tres más.

El patrón de pesca dice que la división entre las zonas IXa -donde sí está autorizada la captura de cigala- y la VIIIc -en la que no se puede pescarla-, está en Fisterra y, según asegura, cuando la patrullera de la Guardia Civil con los inspectores a bordo pidió revisar la embarcación, esta se hallaba en la posición 42° 57’, algo que puede comprobarse tanto por la caja azul como por el DEA, apunta el patrón gallego del arrastrero luso.

Eso sí, el profesional que estaba a bordo del barco admite que la cigala que tenía no consta en el diario de pesca, pero apunta que eso es una infracción administrativa fácilmente subsanable y que, no se sanciona con el apresamiento de la embarcación.

En su defensa, alega que todavía tenía que pesarla, porque en el caso del crustáceo el margen de error que permite la normativa entre los kilos que se inscriben y los que realmente suman, es muy estrecho, apenas un 10 %, y «se me equivoco e supero esa porcentaxe tamén nos arriscamos a unha sanción».

El patrón gallego, que faena tanto en la zona IXa como en la VIIIc, cree que es incomprensible que se pretenda vedar por tres años más la cigala, que abunda al norte de Fisterra, y, sin embargo, no se tomen medidas para recuperar el jurel, que no llega a las zonas del arrastre, dice, porque está sometido a una enorme presión pesquera por parte del cerco. Denuncia que algunas embarcaciones hacen «varias viaxes nunha noite» y descargan cientos de cajas en cada uno de ellos.