El plan general de Fisterra se topa ahora con una mámoa fantasma

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

JORGE PARRI

El alcalde no cree que interfiera en la aprobación del PXOM

12 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La familia propietaria de la parcela contrató a un arqueólogo que este miércoles estuvo en Fisterra y asegura que en ese terreno no existen siquiera vestigios de que pudiese haber algo parecido a una mámoa, porque, además, la parcela es particularmente plana, sin que se observe ni en ella ni en el entorno formaciones que lleven a pensar en un yacimiento arqueológico de este tipo. Sin embargo, el túmulo funerario figura en los documentos y los dueños, que ahora están preparando las correspondientes reclamaciones ante el Concello y la Dirección Xeral de Patrimonio, se topan con que una propiedad urbanizable que podría valer muchas decenas de miles de euros, ha quedado convertida en una zona protegida de 40.000 metros cuadrados en la que cualquier cosa parecida a edificar está más que vetada.

«Todo dá pé a que tivo que ser un erro de situación, porque se dan ata tres coordenadas diferentes e fálase dunha zona que está a dous quilómetros de alí. O arquitecto do plan xeral di que el, no seu día, xa contratou un arqueólogo, pero resulta que ese arqueólogo pon que non puido facer o traballo de campo porque non puido acceder á finca», señala Juan Francisco Martínez, que este miércoles también estuvo en la parcela con su abuelo, quien le aseguró que lleva trabajando esa tierra más de 50 años y allí nunca hubo «nin unha pedra». De ahí que Martínez afirme que le dio instrucciones al arqueólogo para que si encuentra algún indicio de resto arqueológico lo haga saber para señalarlo pero, en caso contrario, piensan reclamar por todos los medios que estén a su alcance.

El alcalde, José Marcote, aún sin llevarle la contraria, contextualiza la situación. Asegura que viene de un estudio de Patrimonio de los años 1996-97. Ahí se detectó el túmulo y se calificó, con lo que está incluido en el catálogo autonómico, que, evidentemente, el PXOM no puede más que recoger. En el 2002 hubo una alegación al respecto en el avance del plan general, pero no en el período oficial habilitado para ello y luego ya no se volvió a reclamar esta situación hasta ahora. De ahí que Marcote recalque que todo esto «ten un trámite» y si Patrimonio retira la mámoa del catálogo el Concello, lógicamente lo recogerá en el plan, al que no considera que esto le afecte. Ahora bien, quitarla porque sí «non é potestade do Concello» y supondría una prevaricación.