El maíz forrajero domina por completo los cultivos de la zona

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

Ana Garcia

Subtítulo cuerpo 16 para noticias principlaes a 3 columnas

04 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La utilización que se hace del territorio a nivel agrario y forestal en la Costa da Morte, en términos generales apenas ha variado desde el 2012 hasta el año pasado, según los datos estadísticos que ofrece la consellería de Medio Rural. Así, por ejemplo, la superficie destinada a praderías, a cultivos herbáceos o plantaciones forestales solo oscila de unos años a otros en unos pocos centenares -a veces solo decenas- de hectáreas. Es más, los crecimientos que se observan en una de las magnitudes un año se da varias veces el caso de que se corrigen al siguiente. Una variación que se debe no que a que exista un cambio sustancial en el uso de la tierra, sino que tiene que ver fundamentalmente con las declaraciones que los ganaderos hacen cada año de sus diferentes parcelas, por ejemplo para tener acceso a las ayudas de la PAC, ya que es obligatorio, por ejemplo, registrar la cantidad de hectáreas y en que fincas concretamente se planta maíz. En los últimos ejercicios incluso se han impuesto normativas llegadas desde Europa que obliga a compensar aquellos cultivos que tienen una mayor exigencia de nutrientes del terreno con otros calificados como fijadores de nitrógeno. Es el caso de los girasoles, que tanto llaman la atención estos días, allí donde quedan porque la gran mayoría ya se han recolectado.

Y es que esta herbácea va ligada al producto estrella, el maíz forrajero -es decir para alimentación animal- que domina claramente. Aparte de los terrenos declarados como praderas, que es más complicado si están efectivamente en uso o en un estado de semiabandono como hay muchos casos, este producto central, sobre todo en la ración de las vacas de producción de leche, domina claramente en todos los rincones de la comarca. Solo en Bergantiños, el año pasado quedó cerca de las 5.000 hectáreas y los datos aumentan año tras año. De hecho, en el conjunto de la zona se plantan ya casi 10.000 hectáreas de maíz para el ensilado en cada campaña, que ahora está en pleno apogeo.

Del resto de datos se observan algunos indicadores significativos y también detalles curiosos. Por ejemplo, en Bergantiños figuran 1.294 hectáreas de tubérculos cuando entre Soneira y Fisterra apenas se superan las 350. También aparecen otros usos testimoniales, como cuatro hectáreas de vides en las comarcas fisterrana y soneirana, mientras que en el conjunto de Bergantiños se elevan a 56, pese que no se trate en ningún caso en una zona especialmente distinguida en la producción de vino.