La ocupación hotelera flojea sobre todo en los albergues del Camino

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

BASILIO BELLO

Las cifras están un 30 % por debajo del año pasado, y hay quien lo achaca al Mundial

09 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Peregrinos que acaban de completar el Camino hasta Fisterra dan cuenta de la existencia todavía de algunas plazas libres en los albergues públicos, lo que a estas alturas de temporada es una auténtica rareza y signo de que la ocupación hotelera en la Costa da Morte no es la del 2017. Atendiendo a los responsables de los distintos establecimientos consultados se podría decir que ronda el 70 %, cuando en la primera semana de julio del año pasado se hablaba del 100 % de manera generalizada.

El dumbriés Antonio Lema, del albergue O Hórreo y Casa Loncho de Olveira, es de las personas que mejor testa el ambiente del Camino, ya que también se dedica al transporte de equipajes, y da cuenta de que hace solo unos días «A Mezquita de Negreira, que é dos que máis traballa, tivo catro persoas». En su propio negocio también se nota «no albergue, nas habitacións non, que están funcionando ben porque a xente cada vez máis quere estar cómoda e tranquila», con lo que de unos 40 peregrinos de media el año pasado por estas fechas ,están en treinta y algo. «Cando pasa isto sempre se pregunta por que e fálase. Hai quen di que é polo San Fermín e, sobre todo polo Mundial, porque a xente quere ver os partidos», dice Lema, que, en cualquier caso confía en que «ao final, o ano en conxunto vai ser mellor que o pasado, porque sempre é así».

«Es cierto que hay mucha más oferta, pero yo que soy de los primeros, justo en la entrada, estoy al 80 % cuando el año pasado estaba al 100 todos los días. En la pensión sí, eso muy bien», detalla Alexia Benlloch, del Albergue Cabo da Vila de Fisterra, donde, por contra, los alojamientos más exclusivos sí están llenos, como corroboran Ángel Rivas (Mar de Ardora) o Anxo Marcote (Alén do Mar). «Nós temos 11 habitacións así que ao mellor non se pode comparar con outro tipo de hoteis. Quedan algúns ocos, pero moi poucos, e a gran maioría dos días para xullo e agosto estamos ao 100 %. Hai xente de fóra, pero neste tempo domina o turismo nacional de estancias algo máis longas, así que non é como na primavera ou na Semana Santa que a cousa é moito máis inestable. Agora ese turista vén, faga un pouco mellor tempo ou peor porque xa ten as súas vacacións reservadas», detalla Marcote.

En cambio, sí se notan los efectos climatológicos en algunos establecimientos con mayor capacidad, caso del Playa de Laxe, que como explica su directora, Silvia Bouzas, se encuentra al 70 % y eso es «peor que o ano pasado, no que todo o mes foi ao 100 %».

Los motivos, como detalla Bouzas sí que tienen que ver con el tiempo porque «en xullo hai moita xente en ruta, da que che vén pola porta. Como chova en vez de botar cinco ou seis días botan dous e xa marchan». En cualquier caso y por más que «non teña nada que ver co ano pasado», este fin de semana, debido a los actos sociales y las pruebas deportivas, el Playa de Laxe colgó el cartel de completo.

Por contra, mientras el alojamiento tradicional muestra estos ciertos achaques -que, hay que decirlo, son temporales y no sirven para marcar tendencia alguna todavía- otro tipo de fórmulas sí que se muestran en claro auge, como el alquiler de apartamentos por períodos de tiempo cada vez más cortos, entre otras modalidades. «Nótase un incremento claro e continuo. Isto cada ano vai a máis. Hai moito de aluguer, xente que estrea e vén por primeira vez e tamén xente con mascotas, que ao mellor teñen máis problemas noutro tipo de establecementos e aquí atópanse cómodos», señala el fisterrán Santi Insua, propietario del área de autocaravanas ubicada a la entrada del pueblo. De hecho, está viendo como para los europeos que suben y bajan de Portugal «Fisterra é un parada case obrigada».

Seis restaurantes de Fisterra se unen a Pesca de Rías para certificar el origen de su pescado

La Asociación de Empresarios Sector Turísticos de Finisterre se ha marcado como principal objetivo principal la diferenciación a través de la calidad y, de paso y en la medida de lo posible, apoyar también los productos y el resto de sectores de la localidad. Dentro de esta estrategia, el encuentro informativo realizado la semana pasada con la marca pescadeRías, ¿de onde se non?, impulsada por la Consellería do Mar, es el primer paso importante, y del que además se empezaron a ver ya algunos frutos de manera inmediata. Los establecimientos Apalaxa, O Peirao y Os Rombos han firmado ya su adhesión y, según explica el presidente de la entidad, Ángel Rivas, prevén que en los próximos días se sumen también O Pirata, O Janacho y el Hotel Restaurante Playa de Sardiñeiro.

«Para nosotros esto es una forma de verificación de que se está cumpliendo con un producto de calidad, por ejemplo que no se sirve una lubina de piscifactoría por una de mar, porque los establecimientos pueden ser visitados y auditados en cualquier momento por los inspectores de la Xunta. Nos sirve, por tanto, para diferenciarnos a través de la calidad», señala Rivas, quien detalla el efecto positivo para la economía local: «Esto obliga a mantener una trazabilidad, que sea pescado de la lonja de Fisterra, por ejemplo, o de la lonja de A Coruña, pero siempre se conoce su origen porque a los adheridos les pueden solicitar las etiquetas en cualquier momento.

En este sentido, la empresa Frigoríficos de Camariñas, una de las principales en la comercialización de pulpo, también ha renovado su sello de pescadeRías.