Los «alijos» de caucho llegan también al sur

Á. SEVILLA / j. v. l. RIBEIRA / LA VOZ

FISTERRA

CARMELA QUEIJEIRO

Varios paquetes como los encontrados en Fisterra y Muxía alcanzaron playas de Barbanza y Arousa

14 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Fardos de cocaína en la playa de Coroso? Esa fue la pregunta que se hicieron todos los vecinos de Ribeira que durante la tarde del jueves vieron como un grupo de policías nacionales bajaban al arenal para comprobar el contenido de un paquete que había arribado a la orilla. La imagen de los agentes alrededor del objeto se difundió en segundos por los grupos de WhatsApp. Sin embargo, en esta ocasión la verdad no superó a la ficción. El fardo era en realidad un tope de caucho.

No es el primero que llega a la comarca, ni a la costa gallega. En la Costa da Morte, el fin de semana pasado saltaba el aviso de que uno de estos objetos había acabado en el arenal de la playa de Sardiñeiro, en Fisterra, al igual que lo hicieron unos días antes en O Rostro y también en Nemiña (Muxía). Tampoco era el primero que se encontraba en Ribeira. Los temporales de marzo acercaron otro a la orilla de Castro-Catía, que pasó varios días sin que nadie le diese la mayor importancia.

Fue este último episodio el que permitió a los responsables de la Policía Nacional descartar de forma rápida la procedencia ilegítima del fardo, ya que era igual al hallado en Castiñeiras.

Aunque el paquete ya llevaba desde principios de semana en Coroso, los residentes no le habían dado demasiadas vueltas hasta que otros vecinos que pasaban por el lugar elevaron la voz de alarma y llamaron a la Policía.

En playas de Sanxenxo y O Grove también aparecieron estos objetos a principios de año. Fue un viejo agente de las fuerzas del orden el que desveló el misterio. No era «fariña», era un simple bloque de caucho, producto del tráfico marítimo.