Una tarta de 30 millones en el aire

xosé ramón alvite RIBEIRA / LA VOZ

FISTERRA

alvite

Un total de 2.300 ganaderos de la comarca y doscientas empresas perciben ayudas de la PAC

22 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las comarcas de Bergantiños, Soneira y Fisterra reciben cada año algo más de treinta millones de euros procedentes de la Política Agraria Común (PAC) europea. Se trata de fondos destinados al mantenimiento y desarrollo de las zonas rurales que están garantizados para los próximos dos años pero que, sin embargo, están en el aire para el período 2021-2027. De hecho, la Comisión ya negocia varias fórmulas para la nueva PAC que van desde un recorte sustancial del presupuesto -se habla de hasta un 30%- hasta el copago por parte de cada estado miembro, aspecto que, para el propio sector agrario, sería sinónimo de mayor pérdida de dinero.

Cada año se benefician de estas ayudas europeas más de 2.300 explotaciones ganaderas y más de 200 emprendedores que, a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) pudieron poner en marcha un proyecto empresarial en el entorno rural durante el último año.

¿Quiénes pueden solicitar este tipo de ayudas?

El dinero procedente de Bruselas se gestiona, fundamentalmente, a través de dos fondos específicos: el Feaga (Fondo Europeo Agrario de Garantía) y el Feader. Al primero tienen acceso todos los agricultores y ganaderos, mientras que el segundo está abierto a otro tipo de asociaciones y entidades públicas o privadas que desarrollen o pretendan llevar a cabo su actividad en el entorno rural.

¿Cuál es la finalidad de estos fondos?

Aunque su funcionamiento varía de forma constante, los fundamentos esenciales de la PAC se han mantenido prácticamente inalterables desde su puesta en marcha en el año 1962. Son, en síntesis, los de garantizar una renta suficiente a los agricultores que permita la suministración estable, segura y suficiente de alimentos a precios asequibles al consumidor. Por otro lado, las ayudas de la Política Agraria Común también buscan mejorar la productividad agrícola y facilitar la implantación de empresas y el crecimiento del empleo en el ámbito rural europeo.

¿Cómo es su tramitación?

En el caso del sector agroganadero, el grueso de las ayudas se solicita a través del llamado pago único, es decir, que se trata de un solo expediente que reúne varias líneas -ganado vacuno, vacas nodrizas, cebo, cereales, ovino, caprino, etcétera- y que puede presentarse hasta el próximo 30 de abril en las entidades bancarias colaboradoras. En el caso de las ayudas del Feader, tramitadas por los grupos de desarrollo rural (GDR) o los grupos de acción local del sector pesquero (GALP), los proyectos pueden presentarse todo el año.

¿Qué repercusión han tenido estas ayudas en la comarca?

En los últimos nueve años -el montante de las ayudas durante el período 2009-2015 era sensiblemente inferior al actual- llegaron a la comarca cerca de cien millones de euros procedentes de la PAC. Este dinero ha servido para poner en marcha proyectos muy dispares, algunos de ellos promovidos por asociaciones de atención a colectivos desfavorecidos, como fueron las iniciativas desarrolladas por Amicos o Misela. Incluso las comunidades de montes, los ayuntamientos o los centros de enseñanza se beneficiaron de fondos europeos para poner promover, por ejemplo, programas de promoción del consumo de frutas entre los escolares.

¿Cómo influye la Política Agraria Común en los agricultores y ganaderos?

La PAC ha sido durante los últimos años la tabla de salvación de cientos de explotaciones agroganaderas en territorio barbanzano. De hecho, se calcula que cuatro de cada diez granjas tienen como únicos ingresos netos anuales los derivados de las ayudas europeas. Especialmente beneficiados han sido durante los últimos años los productores de leche y carne, que han visto como el dinero de la Política Agraria Común ha permitido paliar en cierta medida los bajos precios que ha venido registrando su materia prima.

¿Por qué quiere la Unión Europea reducir las ayudas de la PAC?

Son varios motivos los que se manejan para tomar esta decisión. Por un lado, atender a otras necesidades y prioridades del eurogrupo, tales como el control de las fronteras, la investigación o la transformación digital; y, por otro, paliar la caída de ingresos -se calcula que sobre 12.000 millones de euros- provocada por la salida del Reino Unido de la Unión Europea. No hay que olvidar que, con algo más de 400.000 millones para el septenio 2015-2021, la PAC es la partida de gasto más importante que se incluye dentro del presupuesto comunitario.

¿Qué opinión tienen los ganaderos sobre esta situación?

Dentro del sector agroganadero la opinión es unánime: reducir la PAC sería perjudicar al colectivo por cuanto le restaría un nivel importante de ingresos que ahora mismo no pueden garantizar únicamente con su actividad. Pese a esto, los profesionales son partidarios de que se supriman totalmente este tipo de incentivos si se ponen en marcha las herramientas que permitan precios justos para la leche o la carne. Desde el colectivo se señala que la actividad agraria lleva décadas sometiéndose a las exigencias europeas y que un cambio unilateral de las reglas redundaría en una severa crisis de rentabilidad.

¿Cuándo se conocerá la decisión definitiva sobre el posible recorte?

Según se apunta desde la propia Comisión Europea se están realizando distintas reuniones de trabajo para presentar a principios de mayo la propuesta oficial de cómo quedará la nueva Política Agraria Común para el período 2021-2027.