El corredor marítimo de Fisterra deriva en cementerio de contenedores

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

JORGE PARRI

El Eloane sembró riesgo para las embarcaciones y toneladas de residuos

18 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La mayoría no tan grandes como el Eloane, pero cada año pasan por el Dispositivo de Separación de Tráfico Marítimo de Finisterre, una especie de autopista del mar situada a entre 21,7 y 39,5 millas (40 y 73 kilómetros) cerca de 40.000 barcos, de los que más de 12.000 transportan mercancías peligrosas a granel, aunque el grueso son portacontenedores, al estilo de este megabuque de la MSC con 400 metros de eslora, que reportó la pérdida de entre 35 y 40 de esas grandes cajas metálicas.

En el 2016 se transportaron por vía marítima alrededor de todo el mundo aproximadamente 130 millones de contenedores llenos. La World Shipping Council (WSC) que agrupa a las principales navieras de este tipo de carga en el mundo -más del 80 % del tráfico total- asegura en su informe del año pasado que entre el 2014 y el 2016 se perdieron en el mar 612 contenedores de media. Unos datos que suponen una reducción del 16 % respecto al período 2011-2013, pero que también se discuten porque hay voces que hablan de hasta 10.000 contenedores perdidos cada año.

Resulta sencillo concluir que una parte de esa carga -aunque solo se perciba claramente en casos como el del Eloane- acaba en el fondo del conocido como corredor de Fisterra, al que se le ampliaron dos vías más a raíz del Prestige, las situadas a 35,5 y 39,5 millas, donde la profundidad supera los dos kilómetros. Allí acaban la gran mayoría de los que se pierden en esa zona, porque su estanqueidad está pensada para las lluvias, no para la presión en el mar, que acaba llenándolos por los respiraderos y los manda al fondo si su carga es pesada.

Mientras eso ocurre se activan alertas en el mar, como la de estos días pasados, para que los barcos estén alerta porque hay contenedores a flote o lo que se conoce como entre aguas, es decir, parcialmente sumergidos. Que estén ahí no significa necesariamente que se retiren. De hecho algunos marineros de la zona que la semana pasada dieron aviso a Salvamento Marítimo comprobaron que, por distintos motivos, no fue atendida como esperaban. En ocasiones puede tratarse de falta de medios o diligencia por parte de las autoridades y en otras, como ayer, con la flota completamente amarrada, porque sería una verdadera temeridad tratar de remolcar cajas metálicas de más de 12 metros por 2,5 de alto entre olas de siete metros.

Por unas causas o por otras quedan en el mar de manera temporal o indefinida y no dejan de ser un auténtico peligro, como explican los profesores de vela de Cataventos Noemí Bermúdez de Castro y Marcos Trillo, que el viernes por la noche advirtió a la tripulación francesa de un catamarán con bandera estadounidense que tenía amarrado en Marina Muxía para que no saliese hasta la mañana siguiente. «Son un verdadero peligro, porque de noche no ves nada hasta que lo golpeas. Un barco muy grande los desplaza porque su volumen es mucho mayor que el del contenedor, pero un barco pequeño o incluso un pesquero de 12, 15, 20 metros se va al fondo, porque son de hierro, a veces están entre aguas, solo sobresale una esquina y te hacen un agujero enorme en el casco», detalla Trillo, que, bajo ningún concepto recomendaría navegar de noche en un situación así. De hecho a eso obedecen las alertas de Salvamento Marítimo.

«Os que non viñeron xa para a costa están a máis de 2.000 metros de fondo»

El patrón de pesca fisterrán, ya jubilado, José López, Pepe de Olegario, que tiene navegadas cientos de miles de millas detrás de los bancos de meros, explica que, por las condiciones del mar de estos días, es ya muy poco probable que sigan llegando a tierra productos del Eloane

El patrón de pesca fisterrán, ya jubilado, José López, Pepe de Olegario, que tiene navegadas cientos de miles de millas detrás de los bancos de meros, explica que, por las condiciones del mar de estos días, es ya muy poco probable que sigan llegando a tierra productos del Eloane. «Máis que as correntes aquí o que inflúe é o vento, que cando é borrasca tira para norte e con anticiclón para o sur. Aquí sopraba do oeste e por iso chegaron aquí, se fose máis do sur pois aparecerían na zona da Coruña ou por alá. Agora que eu penso que xa viñeron todos os que habían de vir, que son os que levan cargas lixeiras; os outros, a maior parte, están no fondo do mar, a máis de 2.000 metros de profundidade, e aí quedarán ata que se vaian desfacendo», explica este vecino de Sardiñeiro conocido por sus investigaciones sobre naufragios.

Pepe recuerda muchas anécdotas al respecto de estos tráficos, como las botellas de Don Perignon que marineros de la zona sacaban por cientos en Vilán o un contenedor que él trajo de remolque hasta Corcubión cargado de tarros de caramelos. Dice que «o fondo do mar é unha chatarreira» porque fuera de la plataforma continental, que aquí llega hasta las 15-20 millas, la profundidad se incrementa de manera repentina, «case en vertical», en más de un kilómetro «e aí non hai peixe nin hai nada, os pesqueiros non traballan aí e o que está no fondo alí queda».

El BNG llevará el incidente al Parlamento

El BNG anunció ayer que llevará el incidente del Eloane al Parlamento de Galicia porque, «unha vez máis, os voluntarios autoorganizados foron por diante da Xunta á hora de responder a este suceso». Citan los nacionalistas que varias consellerías tienen competencias sobre las contingencias marítimas y quieren saber si se activó el plan por contaminación marítima accidental o se comprobaron los riesgos que estos vertidos pueden entrañar, además de reclamar, como llevan años haciendo una base anticontaminación para Brens.