Controles y denuncias enrarecen el ambiente en el Camino de Fisterra

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

Xesús Búa

Desde mediados de junio se han multiplicado las sanciones por el transporte

01 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Desde hai dúas semanas hai controles tódolos los días», dice José Manuel Cives, de A Picota, en Mazaricos, que esta semana fue multado en Muxía por incumplir la legislación relativa a los taxis. Las denuncias se han multiplicado a consecuencia de la dura competencia para hacerse con el boyante negocio que suponen los peregrinos. En este campo, como en otros, unos obtienen grandes ganancias y otros solo sobreviven, pero son muy pocos los que pueden presumir de que acatan todas las normas.

En el Camino se mezclan peregrinos y equipajes y cada uno tiene sus propios reglamentos. La página web caminocomodo.es solo se ocupa del traslado de las mochilas de los caminantes que quieren andar más ligeros y su responsable, que es de Arzúa, trabaja con otros transportistas, según la zona. En Fisterra lo hace precisamente con Manuel Cives, que, según asegura, adquirió una furgoneta de ocho plazas para realizar esta labor, aunque también la utiliza para «servizo dos apartamentos para recoller xente e devolvela ao Camiño a custe cero, É un servizo da hostelería», según explica él mismo en un comunicado. Además tiene un taxi, con el que fue multado en Muxía por la Policía Local, pero recurrirá.

Ha empezado la temporada alta y la competencia ha disparado las denuncias. Los taxistas de Fisterra protestaron porque una agencia de la localidad hizo masivos traslados a Santiago y a Oporto para los peregrinos que tenían que volver a sus países y que por la huelga de autobuses no podían salir de la localidad.

Los profesionales del transporte de viajeros niegan que trabajen para Manuel Canosa y recuerdan que los taxis solo pueden tener salida o regreso donde tienen la licencia. Además protestan porque el Concello no atiende sus quejas. En teoría, solo ellos podrían trasladar a los peregrinos al aeropuerto, pero las cosas no son así y no hay más que hacer números para darse cuenta. «Se tódolos días hai 500 persoas que saen de Fisterra, nove taxis non poden facer o traballo», explicaba ayer Manuel Cives, que no es el único en A Picota que realiza servicios para los que terminan su ruta en Fisterra o Muxía.

Un vistazo a Internet, de donde ha desaparecido temporalmente la página web taxisantiagofinisterre.com, pone de manifiesto que son muchos los negocios que viven del Camino y que la mayor parte rozan la ilegalidad, puesto que ofrecen traslados desde puntos que están fuera de su alcance. Los hay de Olveira, en Dumbría, pero también de Padrón y lo cierto es que los pocos de Fisterra que se publicitan lo hacen con itinerarios que comienzan en la localidad.

La tarta de los peregrinos es grande, pero los negocios son cada vez mayores. José Manuel Cives considera que «posiblemente o lío este empezara pola nova variante que fai o Concello xunto con Patrimonio, unha ruta que empeza en Vilar de Castro ao Monte Aro e termina no pobo de A Picota», precisamente donde él tiene su negocio. La «competencia directa encóntrase na seguinte etapa, Olveiroa, un pobo que conta cuns servizos mínimos xa que é unha aldea moi pequena».

Esta zona es otro de los puntos calientes de la ruta, ya que el transporte de mochilas se lo reparten caminocomodo.com y transportes Loncho, «cunha guerra de prezos tamén». Precisamente el taxista de Olveiroa, que también tiene alojamientos, ofrece traslados entre los principales puntos del Camino, algo que, en teoría. no podría hacer. Solo cumpliría la ley si sale con pasaje desde la localidad dumbriesa. Ahora los taxis temen que se incrementen todavía más los controles y las denuncias por transportes irregulares.