«De chavalín venía con mi padre para poner la instalación eléctrica en San Xoán»

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

José Manuel Casal

«Una de mis mejores anécdotas fue bajar hasta el fondo del Cabo Fisterra», dijo Carlos Pellicer Vázquez

08 may 2017 . Actualizado a las 10:19 h.

Empezó jugando al fútbol en el barrio de Cuatro Caminos, en las inmediaciones de la antigua estación de tren. «A las siete de la tarde la carretera quedaba vacía y se convertía en nuestro campo». Carlos Pellicer Vázquez, Pellicer (A Coruña, 1944), se incorporó a la disciplina del Deportivo con poco más de 17 años tras pasar por el Liceo Monelos. Estuvo tres campañas en A Coruña antes de fichar por el Barcelona, con el que ganó la Copa del Generalísimo (1969-1970) al Valencia en el Santiago Bernabéu. Posteriormente se enroló en el Valencia, equipo con el que conquistó la primera liga del cuadro levantino (1970-1971). En la capital del Turia coincidió con Alfredo Si Stéfano. Una grave lesión le obligó a colgar las botas. Pero le sirvió para dedicarse a otra de sus pasiones: la medicina, que ejerció durante 33 años. Pellicer estuvo esta semana en Carballo para apoyar la presentación del libro De Arsenio a Arsenio, de Xan Fraga y, de paso, revivió sus experiencias en la Costa da Morte y como no, del fútbol.

-¿Llevaba tiempo sin venir por esta comarca?

-Hacía tiempo sí. Pero guardo gratos recuerdos de todo aquello.

-¿Alguno en especial?

-Varios diría yo. Cuando era chavalín, mi padre tenía una pequeña empresa de electricidad y veníamos a hacer la instalación de la verbena del San Xoán. Pero de todo aquello queda más bien poco. Incluso tengo ido al cine con mi padre en Carballo. Recuerdo aquellas casas bajas y antiguas del centro, pero con tremendo encanto. También estuve en Ponteceso, con motivo de la inauguración del antiguo campo de fútbol del Ponteceso [22 de junio del 1969]. Allí coincidí con Luis Suárez, Veloso, Igartua, Montalvo.... Pero una de mis mejores anécdotas me sucedió en el Cabo Fisterra. Estaba la marea baja y el mar muy tranquilo. Mi amigo Sergio [Manzanera Lloret, compañero en el Valencia] y yo bajamos hasta el final, hasta cerca del agua. Fue relativamente fácil y algo muy bonito.

-¿Qué le gusta de esta zona?

-Todo, su colorido, su paisaje tan abrupto. Es una preciosidad.

-¿Puede decirse que lo suyo con la medicina fue un flechazo?

-Sí, se puede decir así. Jugando al fútbol empecé una ingeniería industrial en Vigo, de la que me quedan unas asignaturas para acabar. Al sufrir la lesión y tener que dejarlo me matriculé en medicina. Fui médico internista durante 33 años, la practica totalidad en el Juan Canalejo

-Es usted todo un rara avis.

- ¿Por qué?

-Por iniciar una carrera tras dejar el fútbol profesional.

-Rompí el tendón de Aquiles con 28 años y en aquella época significaba casi decir adiós al fútbol. Pero tenía algo a mi favor: la fuerza de voluntad. La medicina es algo que me atrajo desde pequeño. Recuerdo que siempre me leía aquellas publicaciones de la OMS. Tenía 15 o 16 años. Se editaban en Suiza, pero se hacían en castellano. También recuerdo que había un periódico que se editaba en Tánger que traía siempre una página sobre medicina escrita también en castellano. O sea que no fue algo repentino. Siempre fui un apasionado de la medicina.

-Usted le metió tres goles en un partido de Copa al Real Madrid. ¿Su fichaje por el Barça estaba cantado?

-No lo sé, pero recuerdo que en aquel partido me entraba todo. Tuve algo de suerte, todo hay que decirlo. Jugaba de delantero, aunque en el fútbol de hoy sería mediapunta. Me gustaba driblar y tenía siempre ese espíritu de competir, aunque mi base en el trabajo fue siempre la humildad.

-Debió de coincidir con los grandes de aquella época.

-He sido muy afortunado. Coincidí con Rexach, Fusté, Sadurní, Reina, Di Stéfano, Wolfgang Overath, Sepp Meier, Gerd Muller, Franz Beckenbauer... Recuerdo que mi primer partido con el Barcelona fue el Gamper y me cubría Beckenbauer. Yo no sabía ni quien y le digo la verdad. Pero tuve la suerte de que se lesionó al cuarto de hora. Bueno, eso de que me cubría, es mucho decir, más bien era yo el que andaba cerca de él [risas].

-De aquella época, en A Coruña salió una gran hornada de futbolistas. Hay quien dice de usted que era el sustituto natural de Luis Suárez.

-No, por favor. Es demasiado halago para mí. No era mal jugador, pero Luis Suárez y Amancio Amaro están por encima y luego veníamos los demás. Luis Suárez y Amancio eran otra cosa. Aunque sí es cierto que por aquel entonces salieron varios jugadores de muy primer nivel.

-¿Guarda relación con algún compañero de aquella época?

-Sí, con Fusté [ex jugador del Barça] con el que todavía mantengo el contacto.

-Yo le tengo visto en la playa de Bastiagueiro dando alguna que otra lección de fútbol dominical.

-La playa la dejé porque la rodilla me dijo basta. Es lo que tiene la edad. Pero en Bastiagueiro debí jugar unos veinte años.

-¿Y ahora a que se dedica?

-No me llegan los días. Leo mucho, sobre todo cosas relacionadas con la medicina, y me gusta salir a caminar por las tardes, cuando casi anochece. Si le digo la verdad no me aburro para nada. Siempre tengo algo que hacer.

-¿Le gusta el fútbol actual?

-Sí, lo veo. Sigo siendo del Barcelona y el Deportivo. Me gustan Messi, Cristiano Ronaldo... Lo que no me gusta es la agresividad que se ve en los campos de fútbol. El fútbol es para disfrutar.

DNI. Carlos Pellicer Vázquez nació en A Coruña. El viernes (día 12) cumplirá 73 años.

Deporte. Estuvo 10 campañas como profesional. Una grave lesión lo apartó de los terrenos de juego. Tenía 28 años.

Profesión. Médico internista, ejerció durante 33 años, casi en su totalidad en el Chuac.

«En un Gamper me cubrió Beckenbauer, tuve la suerte de que se lesionó al cuarto de hora»