Solo Fisterra mantiene el tirón de afluencia en un puente extraño

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

FISTERRA

Jorge Parri

La discontinuidad de los días no laborables dificulta que mucha gente se pueda desplazar en días tan próximos a Navidad

09 dic 2016 . Actualizado a las 12:53 h.

Ya sea porque los días no laborables tocaron muy salteados o porque la gente se ha lanzado en masa hacia los centros comerciales de las ciudades -tanto As Cancelas de Santiago como el Marineda de A Coruña están a reventar- para las compras navideñas; pero lo cierto es que, en líneas generales, el puente no está respondiendo en exceso a las perspectivas de visitas esperadas.

Los datos de reservas, según los hosteleros consultados hace solo unos días, ya no hacían presagiar maravillas, pero, el que más y el que menos, tenía la confianza de que la cosa se fuese animando. Ahora habrá que esperar a lo que dice el fin de semana, pero no parece que se vayan a dar grandes cifras. De hecho, rara vez ocurre que el puente de la Constitución sea de los mejores momentos del año para el turismo en la zona, aunque esta vez al tiempo no se le pudiese pedir más para la época del año.

«E que está sendo unha ponte moi rara. Tivemos más xente o martes, cando realmente o mércores se traballaba, que nas propias vísperas do festivo», le comentaba ayer un camarero a otro en una cafetería del centro de Cee, en la que a la hora del almuerzo había 12 clientes.

Y es que en los principales centros de atracción turística, especialmente en los de Bergantiños y Soneira, ya se podía observar que de abarrotes más bien poco estos días. Tanto el Castillo de Vimianzo como Dombate registraron afluencias bastante discretas y tampoco en los restaurantes se observaba un movimiento desaforado.

Por contra, en Fisterra el panorama pintaba bastante mejor. Así en el entorno del santuario de A Barca aún se podían contar por decenas los visitantes a media tarde, pese a que fue la propia Villa del Cristo la que tuvo una presencia más numerosa de visitantes, que no de peregrinos, aunque algunos había: de hecho en Casa Lourido, de Lires, tuvieron casi lleno y en As Eiras había algo de ambiente a media mañana. Ese movimiento se atestiguó especialmente en el faro Fisterra por el que pasaron ayer casi 400 personas, lo que sorprendió a la propia guía, que no se esperaba tanta afluencia.

«Aínda se traballou algo, nós sobre todo o mércores, que foi cando tivemos máis, pero case todo con xente de aquí, en plan un grupo de Noia que vén dar unha volta e cousas así. Turistas apenas vin, salvo un grupo de asturianos e unha caravana», explicaba también ayer Domingo Maceiras del Bitácora de O Ézaro, quien aún mantenía esperanzas de cara al fin de semana.

En definitiva no se puede hablar de que un panorama completamente negro, pero el puente de la Constitución ha vuelto a demostrar que no es lo fuerte para la Costa da Morte, a pesar de venga buen tiempo como ocurrió este año.