Mariscador, judío, romano y futbolero

Patricia Blanco
Patricia Blanco CARBALLO / LA VOZ

FISTERRA

Lleva más de media vida participando en las recreaciones de Fisterra. Como él, muchos fisterráns son la base de su Semana Santa

29 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las representaciones de la Semana Santa de Fisterra darían para múltiples historias humanas. Historias de personas que llevan toda la vida, o gran parte de ella, vinculadas a las recreaciones. Incluso generaciones. Historias que merecen ser contadas. Manuel Martínez, Manolo do Mariño, José de Divina, Os do Relojero, Juan Traba (ahora retirado), el exalcalde José Traba, el fallecido Fitucho... Se quedan nombres en el tintero, seguro, pero la idea es esa, la de un trabajo esforzado de muchos. Guillermo Traba es uno de esos fisterráns que vive la Semana Santa de su tierra. Tiene 42 años y lleva desde los 19 haciendo de judío, según recuerda. No solo eso, sino que desde hace 11 o 12, representa también a un romano. Jueves Santo, de judío. Viernes Santo y Domingo de Resurrección, de romano. Es consciente de que, en los tiempos que recrean en Fisterra, unos y otros tenían procederes distintos, pero no le supone conflicto: «Hai de todo en todos os lados», bromea. El caso es que él se había cambiado a romano, pero como no había judíos suficientes y el «jefe» de estos es su hermano Santi, decidió colaborar y tomar parte en los dos lados.

La suya es una actuación más bien física (ya sea ir con la antorcha, al lado de Cristo, en el Santo Encuentro, correr monte abajo...), toda vez que palabras no dice. «A nosa é unha Semana Santa moi bonita, con moita tradición e fama», dice Traba, quien atestigua que los fisterráns más mayores creen incluso que fue inspiración para Ferrol o Viveiro. «Hai que ver a nosa Resurrección ou a nosa Virxe das Dolores a cara tan bonita que ten, ou o noso Cristo», concreta. Cree que, además, cada año intenta hacerse mejor, con pretensiones de calidad más que de cantidad. «A min gústame moito», dice Traba, que alaba el trabajo de las cofradías y de tantas personas. A él, la participación le viene de familia: ya su padre llevaba el Santo Sepulcro. «Son dunha familia que participa moito na Semana Santa», detalla. Despierta emociones. Recuerda como este último Viernes Santo la lluvia hizo acto de presencia y cómo la banda de cornetas, gaitas y tambores de la Pontificia, Real e Ilustre Confraría da Nosa Señora das Angustias de Ferrol, «unha señora banda», decidió tocar igualmente: «Ata as mulleres lles poñían os paraugas enriba e eles seguían». Como en el mar, al mal tiempo no queda otra que ponerle buena cara. Guillermo es buzo mariscador de profesión. Hace ya años que vive en Mar de Fóra, en un hogar donde guarda decenas de trofeos de su gran época de futbolista: pasó por el Baio, el Cee, el Fisterra en tiempos muy buenos... Aún hoy sigue disputando sus partidos, sus pachangas, sus liguillas (lleva más de 25 años en la liga de fútbol sala de Cee)... Dice que es una gran afición, como la pesca submarina. Cuando puede le gusta ir «matar a caldeirada». También anda mucho, por monte y playa, y le queda todavía tiempo para tomarse su café o para «saír algunha vez de festa a topar unhas copiñas, que aínda que estea solteiro...», ríe.

La solidaridad y buena fe también van con él, y así se le vio, por ejemplo, buceando por su cuenta para tratar de hallar a Max Hildert, un peregrino alemán de solo 19 años que desapareció en mayo en la playa Langosteira y cuyo cadáver se encontró semanas más tarde. Traba hasta se desenvuelve en la cocina: en el programa Salitre se le podrá ver preparando navaja y longueirón (hasta en tortilla), a su hermana Laura cantando y a otro contado historias de mar. Así, Fisterra puede presumir de muchas cosas y, sobre todo, de fisterráns.