La mano que cultiva la amistad en el Camino

lucía rey / óscar cela LUGO / LA VOZ

FISTERRA

OSCAR CELA

Tres amigos de Benidorm y Asturias, uno con cáncer, recorren la ruta francesa regalando figuras que ensalzan el compañerismo

25 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un peregrino, un niño, un hospitalero amable, una anciana con la expresión triste o simplemente un vecino que brinda un vaso de agua a un caminante sediento. Estas son algunos de los destinatarios de «la mano de Mocho», una figurita de plástico «para cultivar la amistad» y que esta semana reparten por el Camino Francés tres amigos: Álvaro, de 49 años, Juan, de 50, y Elidio, de 52. Los dos primeros son de Benidorm. El tercero, que es asturiano, tiene cáncer y encuentra en la ruta milenaria su «válvula de salvación», como destaca Álvaro. «Tiene una fuerza de voluntad tremenda. Cada 28 días se va a Asturias a dar quimioterapia y vuelve al Camino», contó ayer desde Triacastela, donde tenían previsto pasar la noche tras acabar una etapa típicamente invernal. «Hemos disfrutado un montón de la nieve», subrayó este valenciano que actualmente está en el paro, y que afronta su décimo cuarto Camino de Santiago. «Siempre digo que no hay una razón para hacer el Camino, hay miles. Cada amanecer, cada ?buen Camino?, cada vaso de vino, cada sonrisa...», relata Álvaro.

De las muñecas Famosa

Explica que las manos que distribuyen para ensalzar el compañerismo ni se compran ni se venden, únicamente se regalan. El artífice del original artículo es Mocho, un amigo del grupo que trabajó en la fábrica de las muñecas Famosa en Onil, Alicante. Cuando se quedó en el paro, se animó a hacer una manita para el Camino con un material que cambia de color con el calor. De rojo pasa a amarillo, como las flechas que señalizan la ruta xacobea. «Cuando vemos a alguien especial, le decimos: ?Tú te mereces una mano?», señala Álvaro.

«Elidio, que está prejubilado de la mina, lleva más de veinte caminos, y Juan ya va por el cuarto o el quinto», informa. El 31 de diciembre completaron el de Navidad para tomar las uvas en Compostela. «Casi se podría decir que vivimos en el Camino», bromea.

Hoy repartirán manos de Mocho en el trayecto hasta Sarria, y tienen previsto llegar a Santiago «el sábado o el domingo». Desde Compostela continuarán caminando hacia Fisterra primero, y hasta Muxía después. «El Francés está muy trillado porque hay mucha gente, pero si haces otros, como la ruta de la Lana o el de la Plata, ves que no pasa nadie», concluye Álvaro.

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«Aunque es roja, con el calor se vuelve amarilla, como las flechas del Camino, y no se compra ni se vende, se regala»

Álvaro Vecino de Benidorm en paro que hace el Camino por décimo cuarta vez