Además, Traba justificó que se premie el pronto pago porque así «o Concello recupera nun espazo de tempo breve o diñeiro que agora ten que investir», ya que estos días está acometiendo las obras necesarias para dejarle el inmueble a quien gane la concesión en unas condiciones mínimas. Unas actuaciones que pasan por la instalación de las ventanas dobles que ya estaba en el proyecto original y que nunca se colocaron, el cambio de las puertas, las reparaciones de carpintería y el pintado de las estancias. Trabajos que para el portavoz del PSOE, José Marcote, profesional del sector, son incluso «absurdos» porque el que coja un local de estas características «quererá poñela á súa maneira». Sin embargo, sus críticas se centraron más en la premura y la falta de consenso en algo tan simbólico, por lo que su grupo justificó el voto favorable, para que el que gane no pierda la campaña de verano.
Mucho más contundente fue el nacionalista Xan Carlos Sar que pedía una concesión máxima de 10 años, más transparencia y flexibilidad en el pago, como ocurre en Estaca de Bares, porque la ventaja para el que adelante el dinero juega en contra de las pequeñas empresas de Fisterra y del resto de la comarca.