DESDE EL FIN DEL MUNDO | O |
04 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.En DUIO, la legendaria Dugium, municipio de Fisterra, hay una casa (Casa de Adela) que ostenta un escudo nobiliario datado cerca del año 1600, que contiene distintos blasones de no menos legendario origen. Está precedido por un morrión protector que porta un estandarte con el Sol y la Luna, imagen de los principios masculino y femenino -uno como regidor del día y otro de la noche; Génesis, 1, 16-. El escudo está dividido en seis cuarteles que representan: el castillo de los Deza o Suárez de Deza; M y A coronadas de los Montenegro y Andrade; tres fajas de los Fernández; árbol con dos lobos de los Lobeira; flores de lis de los Aldao y banda engolada de dragantes de los Andrade; figuras muy erosionadas -¿Torrado?- y la bordura lleva los roeles de los Sarmiento. Los Deza tendrían por origen al militar romano Decio JunioBruto, que vino a conquistar la región gallega en el 138 A.C. y no quiso marcharse de Fisterra sin antes contemplar como el sol se sumergía en el mar. Los Montenegro procederían de un noble gallego que defendió a una doncella llamada María, descendiente de reyes, que era calumniada por su amante despechado; el caballero mata al calumniador, se casa con ella y forma este linaje antiquísimo. Los Andrade son de Pontedeume, donde sólo queda la torre del homenaje de la antigua fortaleza. Estos señores se apellidaban Freire y Andrade juntamente, descendían de los Condes de Traba, fundaron conventos e integraron órdenes de caballería, luchando incluso contra los Templarios como recuerdan unos versos del siglo XV que hablan del combate de los Andrade contra la Orden, no tanto por el rey como por sus propios intereses: «Vi los valientes Templarios/ batallar en claro día/ y a los Freires sus contrarios/ de sus bienes propietarios/ traer el Ave María./ Su seña verde dorada/ el rey con tres villas dio/ que en su victoria ganó/ Fernando Pérez de Andrada» . Fernández es un patronímico muy extendido por España y en el norte de Galicia entroncan con los Bermúdez de Traba, siendo ayos de varios reyes y poseedores de inmensos bienes que a su extinción, una buena parte pasaron a la Casa de Andrade y a los arzobispos de Santiago después del siglo XIII. Los Lobeira generalmente van unidos a los Mariño, pues así eran las armas del conocido obispo Vasco Pérez Mariño, representadas por dos lobos cetrinos empinados al tronco de un árbol. El origen de los Mariño surge de una leyenda marina según la cual Roldán, sobrino de Carlomagno, llegó en el 770 a la isla de Sálvora, donde, atraído por el canto de una sirena, la poseyó y tuvo de ella generación. Los Mariño y después Mariño de Lobeira, heredaron el poder que en el noroeste gallego ejercieron por tanto tiempo los Bermúdez de Traba. Así es que vivió Tomás Bermúdez de Lobeira en San Xoán de Sardiñeiro. Los Sarmiento tienen su origen en antiguas crónicas que recuerdan a Pedro Ruiz de la Bureva en la gran Batalla de las Navas de 1212, que gobernando con su pendón la gente de Rodrigo Gómez, señor del Condado de Trastámara, escogió 100 caballeros con haces de sarmientos a la grupa y con ellos puso fuego a los víveres y municiones del enemigo, alcanzando la victoria.